1. La hijita de mi vecina, toda una diablita sexual


    Fecha: 19/05/2019, Categorías: Hetero Autor: crayzzygary1, Fuente: SexoSinTabues30

    Lilita, como dije, tiene una exacerbada lívido, es que a su edad todavía queda lejos la etapa de la pubertad, sus pechitos recién eran dos montoncitos, sus largas piernas terminan en un culito gordito y firme, su generosa boca posee labios gruesos que invitan a comerlos. Y lo que más resalta de Ella es su contínua sonrisa y una cantidad de gestos pícaros, que a uno cuando comienza a descifrarlos, te vuelan la cabeza. Yo a mis 17 años, ya había probado algunas mieles del sexo con un par de amigas/novias/compañeras del colegio. Soy un flaco sin mayores atributos físicos, mediano de estatura, rubión de ojos marrones, pero nada más. Hasta mi miembro es bastante normal para mi edad, lo único que resalta de El es que parece ser un poco más grueso que la media en muchachos de mi edad. Por el largo no sobresale, apenas 16 cms. Esa tarde, hacía mucho calor, la temperatura ambiente alcanzaba los 37°c y en casa hay una piscina que nos ayuda a soportarlo. Lilita venía todas las tardes a nadar a casa, su madre es una mujer hermosa, con un cuerpazo tremendo, de echo le he dedicado muchas pajas. Pero esta tarde en cuestión, la madre vino y dejó a Lilita en casa, yo tenía que cuidarla ya que mi madre y la vecina se iban al shopping de compras y demorarían al menos tres o cuatro horas. Apenas se fueron me puse un short de baño y me fui con la niña a la pileta, nos pusimos a nadar y a jugare en el agua, la piba con su bikini mostraba sus atributos naturales, pero tiene la manía del toqueteo, siempre que podía me abrazaba, se subía a mi espalda, o se subía a upa mío, con cualquier pretexto. Yo de a poquito fui entrando en su juego, y también comencé por abrazarla, tocarla desde atrás, en un momento la abracé desde atrás y puse mis manos en sus pequeñas tetitas, Lilita no dijo nada, se quedó quietecita, seguimos jugando y en un momento se sube a upa mío agarrada de mi cuello con ambas manos, yo la sopesé tomando sus nalgas y la apoyé contra mi verga, la niña medio se sobresaltó, pero solo se pegó más a mí. Yo toé eso como un consentimiento para seguir sobándola contra la verga que ya había comenzado a ponerse dura. Lilita la sintió ya que daba justo a su pubis. Y sin ningún desparpajo, comenzó ella a sobarse contra mi palo. Obviamente que a los 15 segundos yo tenía la pija dura como un riel, y la niña os aseguro, sabía lo que estaba haciendo. Me comenzó a dar besitos en el cuello y me busco la boca, se la partí de un beso con lengua, ella seguía masturbándose con mi pija. No aguanté más, la llevé a los escalones, la senté allí, y sin verguenza alguna saqué mi verga y se la mostré, simplemente le pedí que me la chupara. Al principio me miró algo rara, pero luego se acercó, la tomó con su manito y se metió la mitad de mi tripa en la boca. Caray, esta niña podría darle clases de mamada a más de una amiga. Y no sacaba sus ojitos de mi mirada, sonreía y cada vez se la tragaba más. Eso me llevó a un índice tal de excitación que le llené la boca de semen con potentes ...
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