1. Mi primo fue quien sí me penetro profundamente


    Fecha: 19/05/2019, Categorías: Confesiones Autor: Maria Luisa, Fuente: TodoRelatos

    ... no había sitios privados, ninguno de mis pretendientes ni yo pensábamos en un hotel, todo era en nuestras casas, las cuales casi nunca estaba solas, o en los rincones del colegio, o casas vacías camino a casa.
    
    En el cole tenía un novio, muy bello y súper romántico, me mandaba cartas y nos agarrábamos las manos en el receso. El cole quedaba cerca de casa y a veces el me acompañaba a casa, todo con la intención de cachondear donde pudiéramos, al principio me cohibía, pero luego nos entregábamos a la pasión. Había una casa en el camino, que siempre estaba sola y nos metíamos por el frente, le dábamos la vuelta a la casa y en la parte de atrás nos besábamos. El problema es que la casa estaba cerrada y siempre estábamos expuestos a que alguien estuviera dentro de la casa o que un vecino nos viera, o hacer ruido y ser descubiertos, siempre estábamos nerviosos y rápidos. Generalmente salíamos corriendo de la casa si escuchábamos ruidos y sospechábamos que alguien estaba dentro de la casa. Aclaro que nosotros no entrabamos, la casa era cercada con barda y en el patio era que nos instalábamos, no había cama ni sofá, todo incomodo pero las hormonas nos hacían regresar y las pocas oportunidades.
    
    Ambos andábamos con el uniforme de la preparatoria, él con pantalón y camisa, y yo con falta que me llegaba arriba de la rodilla y camisa con mangas largas, los calcetines blancos llegaban a un poco por debajo de la rodilla, abajo siempre un calzón de tela de algodón cómodo, con figuritas como la de hello kitty, en esos tiempos no lo usaba ajustado, más bien holgado, los pelitos se me salían a los lados del calzón, la panucha se me veía abultada por los pelitos. Orgullosamente afirmo que se me veía el culo paradito, pues tengo una columna baja arqueada por la gimnasia cuando niñita y glúteos musculosos por el deporte, además siempre mi camisa era ajustada lo que hacía que las tetas se me notaran, con botones de la camisa a explotar. Me daba cuenta por cómo me miraban las tetas y el culo los chicos y algunos maestros.
    
    Mi novio me arrecostaba contra la pared, nos besábamos fuerte, sentía yo su verga, me agarraba las tetas (súper apretadas y sensibles como les he dicho). Mi cuerpo ya era de una mujer delgada tetona, mi novio era un chamaco delgado, aun no se veía como un hombre en las fotos que he visto de la época. Allí me pegaba su verga a mi concha, me la restregaba y yo me mojaba de a madre. Las tetas me las agarraba y varias veces me las sacaba, su cara era de loco al verlas y me las chupaba muy fuerte, tanto que me dolía y le decía que así no. Él me decía que tenía las tetas bellas y pezón chiquito. Poco a poco fuimos subiendo el tono, a medida que pasaban los días y entrabamos al patio de la casa. Hasta que un día deje que no solo me tocara la panocha por arriba, él fue metiendo el dedo entre mi pierna y la pantaleta y así toco mis pelos. Brincamos de susto, de pasión, yo full mojada y él con su verga super dura. Poco a poco, entre forcejeos por la pena ...
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