1. La Capacitación Continuación


    Fecha: 18/05/2019, Categorías: Bisexuales Fetichismo Masturbación Autor: AngelOscuro11, Fuente: SexoSinTabues30

    ... de hombre. Hizo énfasis en el tema afirmando que era un experto en eso y podía llenar de placer a quien se lo haga. Era de esperarse, me dijo que si quería probarlo. Le dije que no, porque sentí que eso era ya pasar el límite con un desconocido. Insistió prometiendo que no me iba a arrepentir de la experiencia. Se comenzó a vestir pidiendo que lo esperara. Salió de la habitación y me quede solo con un sentimiento de culpa y de curiosidad. Llame a mi esposa para ver como estaban y obviamente no pensaba contarle nada de lo que estaba sucediendo. Alberto llego con un paquete de cervezas y unas pastillas de Halls. Me dio la cerveza para que me relaje, sabía bien el plan de que quería embriagarme para que acepte, y algo en mí sabía que iba a suceder.
    
    Tomamos varias latas y ya estaba ebrio, recalco que no iba a arrepentirme y me mostró los Halls que servían para dar más placer. Había escuchado aquella leyenda, pero nunca probado. Acepte y me pregunto como quería hacerlo, acostado o de pie. No sabía cual era la mejor decisión, así que decidí de pie. Me dijo que recargara mis manos en la pared y él se iba a encargar de lo demás. Me abrió un poco las piernas y comenzaron los nervios en mí. Una gran parte quería arrepentirse, pero ganó la parte excitada en mí. Hizo unos chistes para que me relajara y lograron su objetivo. De repente sentí sus manos abriendo lentamente mi trasero y siento su lengua ensalivada en mi ano. Sentí un poco de asco, al mismo tiempo algo placentero como él dijo, cada vez lo hacía con más intensidad y podía escuchar como me succionaba el alma a través de mi culo. Toco creo que el famoso punto G con su paladar que me llegó de golpe el placer. Estaba perdiendo fuerza en mis rodillas de lo excitante que era esa experiencia, se detuvo y se coloco el Halls en la boca, al volver a estar su boca en mi ano, con esa pastilla en su boca, sentí el paraíso. Era algo tan refrescante, demasiado excitante. No podía con tanto, me fui de rodillas, dejando mi trasero a su merced y aquello le prendió más, empezó a decir que rico culo tenía y que le encantaba. Ni podía hablar de lo excitado que me encontraba. Un menor me estaba comiendo el culo. No me había mentido, sabía como hacer bien su chamba.
    
    Ya no podía más y él me indico que me jalara el pene para que disfrute más. Pero no podía hacerlo, me tenía casi sometido. Así que siento su mano tratando de alcanzar mi miembro, hasta que lo aprieta brutalmente, causándome dolor pero la lujuria pudo más conmigo no me pude quejar. Me sacudía el pene fuerte, ahí descubrí que era alguien muy intenso en el sexo, con la otra mano me sostenía para que no me cayera por tanto placer, no pude más y esparcí todo mi semen en el suelo y en su mano. Ya sentía que me iba a quedar sin rodillas, le pedí que parará, pero me dijo que esperará y siguió chupándome el ano. Luego dijo que era suficiente, me dejo en paz y limpió su mano llena de mi semen en mi trasero. Me dejo todo el culo lleno de su saliva y mi ...