1. Mi esposa, la puta de la empresa (III)


    Fecha: 17/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: rickmaster16, Fuente: CuentoRelatos

    Como nunca enfrenté a Gaby tras descubrir todos los mensajes en su teléfono durante el tiempo que estuvo inconsciente por el accidente, supongo que ella pensó que todo seguía normal. Lo normal era que yo no revisara su celular, así que lo dejaba descuidado por ahí como siempre.
    
    Yo aprovechaba esos descuidos para enviarme cada conversación sospechosa y todos los archivos que pudiera encontrar en ellas. Después, ya solo, generalmente en el trabajo, me encorvaba sobre mi teléfono para revisar cada detalle.
    
    -¿Mañana en el mismo sitio? - Decía un tal Andres.
    
    -Si mi amor, como siempre
    
    -¿Te llegó el dinero?
    
    -Si corazón, gracias. Me compré lo que me pediste.
    
    Otra conversación decía:
    
    -No puedo esperar al jueves para verte, deberíamos vernos más, un día contigo no es suficiente - Decía Juan Pablo.
    
    -Jajaja amooor, sabes que mi agenda es ocupada, mucho trabajo, pero siempre saco el rato para ti
    
    -¿Y los sábados ¿No podrías los sábados?
    
    -imposible, mi esposo está encima
    
    Era mentira, si quisiera lo podría hacer los sábados también. De varias conversaciones similares deduje dos cosas, una era que tenía un calendario muy estructurado para ver a los sujetos, y dos, que le sacaba dinero. No cobraba por follar como una puta, pero el contrato tácito era medio de sugar daddies, todos le enviaban dinero para cosas que ella les decía que necesitaba, pero yo sabía que no.
    
    Generalmente esas revisiones terminaban en una paja en el baño cuando empezaba a ver el material audiovisual. Mi esposa en cuatro, boca arriba, chupando, fotos y videos amateur que me generaban un enojo enorme pero a la vez una excitación incontrolable. Mi favorito era uno en el que salía chupando el trozo a un tipo arrodillada en cuatro sobre la cama, el ángulo tomaba un par de nalgas bien iluminadas y empinadas que se movían al ritmo de su cabeza.
    
    -Me gusta tu verga mi amor, encaja muy rico en mi boca - Decía Gaby.
    
    -La chupas como nadie - Le respondía un tipo al que no se le veía la cara mientras ella sacaba su lengua y repasaba esa verga desde la base hasta la punta para terminar con una risita.
    
    Me sentía un perdedor. A pesar de que casi a diario me follaba a Gaby y ella parecía disfrutarlo, el saber que se veía con todos esos tipos a mis espaldas me mataba. Cómo sabía que siempre tenía sus escapes a medio día, a un motel convenientemente cercano a su trabajo y siempre pedía la habitación 201, yo me iba a espiarla escondido en la habitación 202. A veces iba solo, a veces me llevaba a una puta.
    
    Cada ocasión era una puñalada en el corazón para mi, aunque me excitaba y me satisfacía, oír como mi esposa intimaba con alguien más era muy fuerte. Un día se rebosó mi copa.
    
    Era martes, yo estaba en la 202 pegado a la pared solo. Oí los ruidos normales, los gemidos de siempre. Me enojé y me excité. Iba en medio de una paja cuando me llegó una conversación.
    
    -Ya no lo amo, las cosas han cambiado - Decía Gaby. ¿Hablaba de mí?
    
    -¿Y por qué no lo dejas? tú ...
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