1. La camarera sumisa (primera parte)


    Fecha: 16/05/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: jahrx, Fuente: TodoRelatos

    Este agosto hemos estado de vacaciones por el norte.
    
    Nos ha gustado mucho el sitio y sin duda nos llevamos un recuerdo especial.
    
    Si ya leísteis mi primer relato, ya sabéis que mi no-nombre es Judit y mi marido no-es Pedro.
    
    El caso es que hemos recorrido la ciudad durante días, y dejando a parte las abundantes sidrerías, nos encantó un bar en el que pasábamos las tardes jugando a dardos entre cervezas donde conocimos a Laura, con la que hicimos migas rápido.
    
    Laura es una chica mona, de unos 30 años, siempre atiende con una sonrisa. Es algo más alta que yo, pelo liso de color miel y unos ojos a juego de mirada viva. Sus pestañas son largas y gruesas, nariz afilada y proporcionada y los labios carnosos. En cuanto a su figura, le sobraba algún kilo, quizá 5 o 6, pero no le quedaban nada mal. Aunque no tenía mucho más pecho que yo, siempre la vi vestir escotada, sin sostén ni complejos. La mayoría de días llevaba shorts tejanos que le sentaban muy bien.
    
    Cuando no estaba yendo de un lado a otro sirviendo o limpiando mesas se apoyaba en la barra y nos miraba jugar.
    
    Una tarde, bastante avanzada la hora, estábamos allí prácticamente solos Pedro y yo. Había más gente en la terraza que dentro del local. Yo perdía, como de costumbre, así que decidí intentar cambiar mi suerte, ya que por pericia estaba sentenciada.
    
    Llevaba unos tejanos evasé - acampanados - y un top blanco satinado. Recogí los dardos de una tirada relativamente buena y miré alrededor para comprobar que no había nadie más por la zona.
    
    - "Supera eso..." - le dije mientras le ofrecía los dardos con una mano y con la otra agarraba su entrepierna con un suave apretón. Sus testículos llenaron mis dedos y en la palma notaba su pene. - "Voy a por dos cervezas."
    
    Fui a la barra y pedí dos cervezas. Laura me las puso con una sonrisa y bajando la mirada. Entendí que me había pillado de lleno.
    
    - "No me juzgues... tengo que ganar al menos una."
    
    - "Lo que haga falta" - respondió riendo, mirando hacia la diana, que quedaba a unos tres o cuatro metros.
    
    Me giré para darme cuenta de que no miraba a la diana, miraba a Pedro. Más concretamente su enorme erección. Él iba más cómodo, con unos pantalones cortos muy finos, de esas telas que secan rápido si se mojan y una camiseta. No había forma de esconderlo. Era su tercer dardo.
    
    No esperaba una reacción tan "abultada". Volví a mirar a Laura y dije "ups". Ella no apartaba la mirada de Pedro y contestó con un "uff". De pronto me miró a mí con un gesto brusco.
    
    - "Joder... me ha pillado mirando... perdona."
    
    - "No te preocupes, mirar es gratis. A ver si se pone nervioso."
    
    Llevé las cervezas a la mesa y pegué mi entrepierna al muslo de Pedro, dando la espalda a la barra y le susurré con ironía:
    
    - "Cariño, cuidado con lo que enseñas que Laura no te quita ojo..."
    
    Agarré a Pedro por la cintura, elevé los talones y apretando mi entrepierna cuanto pude bajé los talones, soltando un leve gemido. "Mmmm... me toca."
    
    Di un ...
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