Con mi prima - Relatos Eróticos

Con mi prima

... comprando regalos para la familia. Como no termina de decidir cuál puede ser el mejor para mi madre me pide que le ayude.

Voy hasta los grandes almacenes y allí está esperándome con una de sus amigas. Después de pasar un rato dudando en la sección de perfumes , elegimos uno que reconozco. Luego pasamos por la sección de lencería y allí se entretienen curioseando la amplia variedad de prendas íntimas especiales para fin de año.

Muchas vaguitas y sujetadores rojos que me hacen sonrojar cuando me las muestran. Mi prima y su amiga disfrutan mucho curioseando todos los modelos y de vez en cuando me pregunta mi opinión tratando de imaginar por mi reacción cual será la de sus respectivos novios. Las prendas son realmente sexy y me excita pensar como cualquiera de ellas le sentará sobre el cuerpo de mi prima.

Ellas saben de mi timidez, por lo que disfrutan mucho poniéndome en aprietos. Cuando me piden opinión sobre los diversos modelos, las imagino luciendo esas diminutas bragas o esos sujetadores trasparentes y se me pone dura inmediatamente.

Tras un rato de jugar conmigo mi prima me mete algo en el bolsillo haciéndome ver que lo mantenga allí escondido. Meto la mano y descubro que son las bragas que traía puestas y que ahora ha sustituido por unas nuevas de la tienda que pretende llevarse sin pagar.

Las dos están muy excitadas pues son conscientes que llevan puestas prendas robadas e imaginan lo difícil que sería explicar la situación si alguien las descubre.

—Hazlo tu también…llévate unos slips de marca— Me piden que yo haga lo mismo y cambien mi ropa interior por otra elegida por ellas.

Aunque me resisto al final me convencen y me voy al probador dispuesto a seguirles el juego. Una vez allí, encuentro la braga usada de mi prima y la trato como un tesoro. La paso por la cara y la huelo disfrutando de su íntimo perfume.

No puedo resistirme más y termino por sacarme la polla y comenzar una violenta y rápida paja brotándome con la braga.

En mitad de la faena me doy cuenta que la puerta del probador no está completamente ajustada y que mi prima y su amiga están siguiendo mis evoluciones con morbo y descaro. Yo disimulo y hago ver que no las he visto y que por lo tanto puedo acabar la paja que he empezado de modo tan compulsivo. Continuo paleándome a su salud.

Me hago una paja magnifica, rodeando mi polla con la braga de mi prima. Finjo que no se que ellas me están espiando. Me corro como un animal y recojo el semen con la prenda que tan generosamente mi prima se dejó “olvidada”.

Cuando salgo del probador les digo que no me ha gustado el pantalón que habían elegido para mi y que deben buscarme otro. La cara de satisfacción infinita de quien se acaba de hacer una gran paja me delata.

Entre ellas intercambian sonrisas llenas de malicia y deciden que nos vayamos a casa sin pagar.

Al pasar por el detector de la puerta, mi corazón late acelerado. Sin duda es emocionante irse sin pagar pero nada comparable a pajearme ...