1. Marirosa. Ofrecida por unas horas


    Fecha: 14/05/2019, Categorías: Intercambios Autor: Ladyrosa, Fuente: TodoRelatos

    ... minuto para calmarse y luego le dijo:
    
    - "Muy bien, querida... Ahora vamos a empezar."
    
    Todos los golpes de fusta eran ahora tan fuertes como el primero, y trató de aguantarlos con sólo apretar las nalgas... La Señora se detuvo y esperó hasta ver que las nalgas se relajasen, para seguir dándole golpes de fusta.
    
    Iba repartiendo los golpes alternativamente en ambos oechos, buscando las sensibles puntas de estos. Si ella perdía la compostura, la Señora esperaba pacientemente hasta que volvía a asumir su posición, a veces tardando uno o dos minutos completos... Y luego comenzaba a golpearla de nuevo.
    
    Cuando lo creyó conveniente, paró... Marirosa estaba jadeando... Sus pechos y culo estaban ardiendo, verdugones hinchados y rojos recorrian su anatomía. Las ronchas eran claramente visibles bajo la superficie de color rojo oscuro.
    
    La Señora se puso a consolarla y le frotó los doloridos pezones con una loción... Luego desató sus muñecas y la ayudó a bajarse de la mesa.
    
    Había una almohada grande en el suelo y Marirosa sabía qué hacer... Se sentó a horcajadas sobre la almohada y levantó las rodillas lo más que pudo... La Señora se arrodilló detrás de ella, puso un poco de loción en su dedo índice y lo metió en su culo.
    
    Después de haberle azotado antes, esto le gustó y comenzó a gemir mientras la Señora le dedeaba el ano lentamente.
    
    Marirosa respondió estirándose hacia atrás y sujetando sus doloridos pechos hizo ademán de ofrecerlos a la Señora. Con un dedo introducido en el ano y los labios de la Señora chupando sus pezones, llegó al orgasmo entre estremecimientos de placer. Marirosa dirigió la vista a la puerta del salón y comprobó, como cada semana, que la otra mujer las estaba espiando a escondidas. Pensó que las dos mujeres eran madre e hija. Aquello propició su segundo orgasmo mientras se retorcía de placer estrechando con su esfínter anal el dedo sodomizador de su amada.
    
    Unos minutos más tarde las dos amantes, una totalmente vestida y la otra completamente desnuda, cogidas de la mano, se dirigieron al dormitorio de la Señora. Al salir por la puerta del salón la otra señora seguía allí y no se molestó en ocultar su presencia. Al contrario, siguió a la pareja de enamoradas y les abrió el dormitorio nupcial. Se quedó afuera, escuchando los fuertes gemidos que se podian oir a través de la cerrada puerta.
    
    Tiempo después...
    
    - "Te veré la semana que viene", dijo la Señora.
    
    Marirosa se levantó, buscó su bata y se la puso... Se puso también los zapatos de tacón.
    
    Sabía que a la Señora le gustaba verla salir de la habitación en tacones.
    
    Salió de la habitación... Nadie estaba allí para dejarla salir por la puerta principal... Nunca lo estuvo... Salió a la calle y vio el coche de su marido que la estaba esperando.
    
    Mientras pasaban por delante de la casa, ambos pudieron ver que la cortina que cubría una de las ventanas se cerraba y sonrieron...
    
    - “Cuántas veces te has corrido, cariño?”, preguntó su marido.
    
    - “Yo ...