La evangelizadora y yo - Relatos Eróticos

La evangelizadora y yo

... no, no siento muy rico, y reanude la penetración con ligeros bombeos y ella continuaba aaa, aaa, aaa yo, me detengo, no continua nunca me he sentido tan bien como ahora tu continua ahora estoy segura que si va a entrar todo tu pene y continúe con mis suaves bombeos hasta que le metí toda mi verga y acelere un poco mis bombeos y ella cambio sus aaa por prolongados mmmm siento rico mmmm siento muy rico si, si, si siento muy rico hay que rico siento si, si, si, si me entro todo tu pene que feliz soy, sí, sí, sí que me corro me corro y su orgasmo llego tal vez a los quince minutos yo al sentir su tibios jugos acelere mis movimientos y deposite mi semen en lo más profundo de su vagina

Aun jadeaba ligeramente cundo le pregunto, te gusto y ella, si, si me gusto me encanto nunca había tenido sexo desnuda ni me había corrido como hoy, quieres repetirlo y de nuevo la pregunta tonta, si tu dime cuando y yo pues ahora mismo, ella se puede? Claro que se puede, mi esposo solo lo hace una vez y se queda dormido y yo será porque no sabe satisfacer a su pareja, yo podría cogerte todo el día y la noche, su mirada se desorbito al acuchar la palabra coger ya era momento de enseñarle un nuevo léxico si mi amir es coger y no es pene es verga te vas a tener que ir aprendiendo estas palabras que solo usaras conmigo

Pues bien quieres coger otra vez? Ella sonrió y dice si méteme otra vez tu verga así está bien, si está bien te voy a meter toda la verga y te voy a dar la mejor cogida de tu vida tu solo déjate llevar y ni cuestiones el cómo te acomodo ya iras aprendiendo y vas a disfrutar cada una de las nuevas posturas que aprendas

Me costó trabajo deshacerme de ella ya había oscurecido y ella quería continuar cogiendo reacciono hasta que le mencione la hora que era y ya estaba por ponerse la ropa cundo le recordé que tenía que tomar una buena ducha para no llegar s u casa con olor a sexo

No ha faltado un solo sábado ya es toda una experta cogiendo y le encanta chupar mi verga