Tu no, pero tu amiga si 5 - Relatos Eróticos

Tu no, pero tu amiga si 5

... cosas raras.- le dijo Sofia yéndose para su casa.

-Vale gracias, Sofia, cuídate mujer.- le dijo viendo que al menos había perdido 40 kilos y le había quedado buen tipo, pese al pelo sin cuidar y la ropa holgada.

Entro en casa y me lo quiso contar, pero sabía que la chincharía por cotilla y que se le ofrecería enseguida tirándole los trastos. Sandra le deseaba pero quería ir poco a poco, y si podía ser sin que lo supieran las chicas mejor.

Apartemos algún mueble, entre risas y más cervezas, y ella iba anotando en su Tablet. Me asomé, una de las veces que anotaba, y vi que el proyecto se llamaba “Papichulo”

-¡Oye! ¿Qué nombre es ese? ¿No les pondrás esos nombres a tus otros proyectos? ¡Jajaja! -le dije al verlo.

-Que no tonto, que me ha salido así. -me dijo como si nada.

-Tampoco sé si es bueno o malo ese mote, me suena de una canción. -le dije ciertamente.

-¿Tu qué crees? ¡jajaja!.- me dijo maliciosa.

-Viniendo de ti, es algún insulto.- le dije pellizcándole la nariz.

-¡jajaja! me has pillado.- me contesto sacándome la lengua.

-Te dejo a lo tuyo, me has roto el corazón.- le dije subiendo las escaleras, con ella guiñándome un ojo.

Las chicas en sus camas estudiaban concentradas, vieron mi sombra en la puerta y las dos alargaron los brazos para que me acercara.

-Se queda a cenar, portaos bien que la cosa es seria y no quiero que la disgustéis.- les dije borrándole las sonrisas de vicio.

-¿Qué pasa? No me asustes Andrés, si es algo malo quiero saberlo.- me dijo su hija.

-No, malo no, pero no os puedo contar más. No te preocupes cielo.- le tranquilice, dándome la vuelta y yéndome.

Volvieron a sus estudios sabiendo que no pasaba nada malo, se harían sus películas, pero yo bajaba las escaleras y veía a Sandra agachada con su laser para medir en el suelo, y le pegue un achuchón en el culo, agarrando todo lo que me daba la mano y diciéndole:

-Dobla las piernas, que te vas a fastidiar la espalda.

-¡Oye, esa mano! Si me agacho se me baja el tejano y voy enseñando.- me dijo sonriendo provocativa.

-A ver que llevas, ¿tanga, semi tanga o de cuello alto?.- le dije mirándole la espalda.

-Ja, ja, a ti te lo voy a enseñar, para que me saltes encima, pero cuello alto no, tonto.- me dijo riendo, sin dejar de medir y volviendo a poner el culo en pompa.

Y otra vez le volví a agarrar, pero le subí la mano hasta la cintura y le bajé el tejano hasta que vi unas bonitas braguitas lilas con encajes, volví a bajar a su culo, viendo que se dejaba ya resignada, y se lo solté diciéndole:

-Precioso y preciosas braguitas.

-No tienes remedio, hasta que no te sales con la tuya no paras.- me dijo sonriendo y ahora si agachándose y viéndole algo menos de medio culo.

-¡Buff! Madre mía, si se ve sí. Me voy fuera.- le dije haciéndola reír como una tonta.

Sandra se enfadó un poco, ya que pensaba calentarme, sabiendo que no le podría “violar” estando las chicas en casa. Se levantó, se subió el tejano, y me vio fuera ...