Tarta de cumpleaños - Relatos Eróticos

Tarta de cumpleaños

Había quedado con Martina en mi casa para hacer una tarta de chocolate con fresas, plátano caramelizado y nata para decorar. Era el cumpleaños de una amiga común al día siguiente y me había pedido de regalo que hiera le hiciera su tarta preferida. Le dije a Pedro, mi chico, que me achara una mano para poder montarla. Mi amiga nos escuchó y me dijo que si quería ella me echaba una mano.

Con esas el viernes por la tarde apareció en mi casa sobre las seis de la tarde con algunos de los ingredientes que me faltaban y que habíamos quedado que ella los traía. Yo estaba en la piscina de casa cuando llegó muerta de calor por las temperaturas del mes julio. Le dije que se diera un baño antes de empezar y aceptó encantada.

Fuimos a mi habitación y le deje un biquini mío, el más grande que tengo. Aun así, le estaba muy ajustado, está más rellenita que yo que peso cincuenta y dos kilos y soy un fideo a su lado. Le quedaba extremadamente justo y como estábamos solas en casa no le dio importancia. Salimos a la piscina y nos dimos un baño. Enseguida prescindió de la parte de arriba porque se le salían los pechos de la tela, debe tener al menos cuatro tallas más que yo. Una vez secas nos pusimos las camisetas y nos fuimos a la cocina.

Empezamos a hacer la masa del bizcocho lo antes posible para poder dejarla reposar un rato y mientras fuimos preparando el resto de ingredientes. Cuando la masa estuvo a punto la metimos en el hormo y esperamos a que se hiciera.

Sonó el timbre de la puerta y al abrir me encontré a Pedro delante de la puerta. Pregunté como es que había venido si sabía que estábamos cocinando y él había pasado de echarme una mano. Con su típico tono de chulito me dijo que él solo iba a mirar mientras se tomaba una cerveza y nos hacía compañía.

Me dio un beso en los labios, nos fuimos a la cocina y le dio dos besos a Martina a modo de saludo. Enseguida me di cuenta de cómo miraba los pechos de Marina. Al tener puesta la camiseta sin sujetador se le transparentaban los pezones. Lejos de molestarme me hizo gracia y en tono de guasa le dije a ella que sus pechos le habían impresionado. Pedro respondió que estaba más sugerente con la transparencia que si no llevara camiseta. Nos reímos los tres.

Saqué la masa ya cocinada del horno y la dejé en la encimera para que perdiera temperatura. Pedro metió el dedo en la mermelada de fresa y se lo chupó. Iba a meterlo de nuevo y le dije que no fuera guarro y no lo hiciera de nuevo después de chupárselo. Me miró con cara de cachondeo y volvió a meterlo, hizo ademan de llevárselo a la boca de nuevo y en el último momento me lo pasó por la nariz, manchándomela. Se inclinó sobre mi cara y me la limpió con la lengua.

Martina le dijo que se cortara que no estábamos solos y Pedro le dijo que no había nadie más en la casa. Le respondió que estaba ella delante y la íbamos a dar envidia si seguíamos así. Pedro untó de nuevo el dedo en la mermelada y la manchó la nariz diciendo que ya estaban las dos ...