1. Capricho por él


    Fecha: 08/05/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: ogarcia, Fuente: CuentoRelatos

    Tu presencia impone, tu aroma envuelve y tu andar desvía miradas como el imán le hace al metal; eres consciente y te ufanas de serlo, lo vales. Tienes lo que quieres, obtienes lo que deseas con o sin consentimiento; lo tuyo es solo estirar la mano para inmediatamente hacer tuyo lo que en el momento te interesa; dinero no te falta, no te es necesario; el poder es lo que te embriaga y no precisamente en lo material, sino sobre las personas.
    
    Acostumbrada estas a que sean cumplidos todos tus caprichos que no entiendes el por qué no has logrado lo que deseas, has hecho lo acostumbrado y no has obtenido más que un saludo y una leve sonrisa de él; te crispa, te enferma que no logres su atención; así han sido los últimos días y no sabes que más hacer; te mantiene molesta su proceder a tal grado que el resto de los que te asedian no valen lo suficiente para ocupar tu tiempo.
    
    Diriges tus pasos a tu habitación, ni el hermoso atardecer con sus esplendorosas tonalidades logran llamar tu atención; volteas la vista en un último intento por verlo, ya no está, no te quedas ni siquiera con la última imagen de su estilizada figura y eso te molesta aún más.
    
    Llegas al ascensor, esperas mientras piensas que fue lo que pasaste por alto; parece ser que no siempre obtendrás lo que quieres y no logras entenderlo; te molesta. Se abre la puerta e ingresas, tras de ti lo hace un par de personas más que quisieras no lo hubieran hecho, los ignoras; en tu mente solo anida el enojo y la frustración. Te quedas sola al descender la última de las personas que te acompañaba, aún te faltan un par de pisos más y te impacientas pues quieres llegar y tomar un baño después del tiempo que pasaste al sol con el bikini de dos piezas que luciste para él, infructuoso piensas. Se abre la puerta.
    
    Tu desconcierto no puede ser mayor, ahí está él, parado al lado del ascensor; no articulas palabra ni tampoco atinas a moverte hasta que la puerta comienza a cerrarse; la detiene. Toma tu mano suavemente, pero con firmeza y te lleva al final del pasillo, lo permites como una autómata; en ese momento tu seguridad se ve rebasada por la suya, no te dice una sola palabra; no es necesario.
    
    Se detiene y toma tus hombros mientras su mirada se clava a la tuya, te estremeces; en ese momento ya eres suya y lo sabe, no impones, esperas por lo que va a ser de ti; algo nuevo en tu vida.
    
    Se acerca a ti con una lentitud que te impacienta, no sabes de esperas cuando siempre has sido quien pone el ritmo; coloca su mejilla junto a la tuya acariciándote, sudor y olor a lavanda junto a su barba áspera es lo que percibes en su primer acercamiento; sus labios van a tu cuello sin besar, los arrastra sobre tu piel haciéndote estremecer al sentirte mojada en el instante que muerde suavemente el lóbulo de tu oreja, tu primer suspiro sale involuntario.
    
    Toalla, bolso y móvil caen al suelo cuando desliza sus manos por tus brazos hasta encontrar las tuyas; las sujeta poniéndolas tras de ti atrayéndote por la ...
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