1. Ricitos de Oro y los tres Osos


    Fecha: 05/10/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Fetichismo Gays Autor: Danny J, Fuente: SexoSinTabues30

    Ricitos de Oro y los tres Osos.
    
    En un bosque encantado vivía un dulce niño, le llamaban Ricitos de oro por los hermosos bucles dorados que colaban de su cabeza, un pequeño niño dulce y tierno que era muy obediente, pero algo travieso.
    
    Cierto día su papá lo manda a ir a ver a su abuelo que vivía al otro lado del bosque, no sin antes decirle que tenga cuidado de ver el camino y no extraviarse.
    
    El pequeño obedece y toma camino.
    
    El dulce niño llevaba un lindo o overol azul pastel cortito que dejaba ver todo el largo de sus piernas y al corretear en el prado dejaba ver sus pequeñas trusitas blancas e inocentes.
    
    Por ir jugando en el camino, se equivocó de desviación, y llegó a una casa sola en el bosque, cómo había caminado mucho y estaba cansado y hambriento decidió entrar para descansar un rato.
    
    Se acercó a la puerta y tocó firmemente, pero nadie abrió, volvió a tocar y el silencio se quedó, por último insistió más fuerte y la puerta por sí sola cedió.
    
    Ricitos cauteloso entró, pero a nadie vio, caminó por la casa y la vio muy aislada, llegó al comedor y encontró tres botellas en la mesa, una grande, una mediana y una pequeña, cómo tenía mucha sed probó de la primera, pero al sentir el sabor de la sustancia amarillenta le disgustó β€”¡muy salada!β€” dijo. Probó de la mediana, β€”¡Muy amarga!β€” se dirigió a la pequeña β€”¡Mmmm deliciosa!β€” así que bebió todo el producto amarillo de la botella.
    
    Después de beber el extraño contenido, siguió recorriendo la casa, entró a la habitación y vio tres camas y en cada una de ellas había ropa sucia, Ricitos cauteloso se acercó a la cama grande y olió el boxer grande que allí había, aspiró fuertemente y olió la combinación de mierda, meados y semen demasiado fuerte β€”¡Oh! Es muy fuerte β€” reaccionó, continuo a la siguiente y olió el boxer mediano β€”¡mmm casi no tiene aroma!β€” y siguió al boxer pequeño β€”¡Mmmm huele rico a huevitos sudados y culito!β€” no dejó de aspirar el boxer y se acostó en la cama con el boxer en las manos y se quedó profundamente dormido.
    
    Pasó un rato y los dueños de la casa llegaron. Ellos eran tres hombres osos peludos, el más grande, Papá Oso, era un hombre cuarentón, rudo y grueso, con pelos por todo el cuerpo, no sé aseaba y siempre olía a macho, era fuerte y su verga era gruesa, gorda, venuda y siempre estaba lista para penetrar; seguía Papy Oso, un hombre recién entrado en los treinta, peludo, rubio y amable, era Inter más pasivo y complaciente, su verga era larga y delgada y tenía un culo grande, gordo y de buen aguante, y por último el Osito, un muchacho de 15 años, peludo y grueso, era bonachón, su verga era de buen grueso, tenía unos huevos colgantes y se masturbaba en toda ocasión.
    
    Los tres osos entraron en casa y cansados decidieron ir a beber las botellas de meados que habían preparado y dejado en su lugar, pero se dieron cuenta que sus meados ya habían Sido bebidos.
    
    Papá Oso β€”¡Alguien se tomado mis meados de la mañana!
    
    Papy Oso β€”¡Alguien también se ha tomado ...
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