1. La colegiala tetona y el hombre del saco [Parte 1]


    Fecha: 15/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Moni, Fuente: TodoRelatos

    ... desnuda Janet puso sus manos en el suelo y empezó a rebotar en el consolador como una poseída.
    
    “Mmmm joder, fóllame! ¡Joder que polla tienes hombre del saco por que no me la habías clavado antes mmm!” Exclamaba Janet mientras se follaba así misma, sus tetazas rebotando como locas mientras sus duras nalgas chocaban con la fría baldosa de la ducha con el consolador llegándole hasta el fondo. Oír su mote fue demasiado para el sujeto y con un firme agarre sobre su polla empezó a correrse llenando la alfombrilla del coche de semen. Después de recuperar el aliento volvió a mirar el portátil y vio que Janet seguía rebotando contra el consolador mientras se frotaba el clítoris. “Como me lo voy a pasar contigo niña.” Suspiro el hombre del saco con su voz grave mientras arrancaba la furgoneta y se iba.
    
    Escasos minutos después de que la furgoneta del hombre del saco se fuera apareció en la calle un camión ancho completamente blanco el cual paro en frente de la valla de Janet. El conductor cogió el móvil el cual estaba sujeto a un reposa móviles con la aplicación del GPS puesta y casi que gruñendo se bajó del camión cerrando la puerta del piloto, acto seguido rodeo el camión y abrió la puerta de atrás empujándola hacia arriba con cara de mala hostia. El enfado del conductor estaba justificado, su hijo, el cual era un completo inútil, era quien le ayudaba cargando las cosas, pero había vuelto borracho a casa la noche anterior y se quedó durmiendo la mona en vez de ayudar a su padre a cargar los muebles. La valla estaba abierta así que el hombre entro al jardín y tocó la puerta, fijándose en el anillo dorado de su dedo corazón y preguntándose en que han hecho mal para que el niño les saliera así. El ceño del trabajador se empezó a fruncir cuando nadie contestaba, el estaba seguro de que oía ruidos en la casa así que siguió tocando la puerta con sus nudillos esperando una respuesta. Lo que se le escapaba a nuestro amigo el trabajador es que dentro de la casa estaba Janet, que había pegado el consolador en la tapa del váter y estaba mirando hacia la pared mientras no paraba de rebotar en el dildo, sus gordas nalgas chocando contra la porcelana del vater haciendo mucho ruido, el “plaf plaf” que oía el trabajador mezclado con los gemidos de nuestra protagonista. “Hay alguien o que?” Grito el trabajador de mala gana dándose cuenta de que al lado de la puerta había un timbre, timbre que decidió pulsar numerosas veces en sucesión del enfado. El ding dong le taladró a Janet el cerebro, segundos después se recompuso y soltó un sonoro
    
    “YA VOOOOOY” el cual fue oído por el trabajador.
    
    “Menos mal joder.” Resopló el conductor.
    
    Janet se levanto del consolador y cogió el tanga del suelo junto a su polo escolar poniéndose ambos en el camino a la puerta preguntándose quien podría ser, se puso cerca de la puerta pegando sus tetazas al frio metal mientras ponía el ojo en la mirilla. Al otro lado había un señor, parecía mayor o consumido por la vida, tenia mucho ...
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