1. Fin de semana largo e inesperadamente divertido (3/3)


    Fecha: 05/05/2019, Categorías: Transexuales Autor: Victoria Bou, Fuente: CuentoRelatos

    ... en el culo, lo que los hizo alucinar, y acabar un montón.
    
    Nos prestaron unas camisas grandes para poder volver a casa y nos despidieron con el deseo de repetir. Ya no habría pepinos para la ensalada.
    
    Todo listo. Los chicos llegaron a eso de las 12 para hacer el asado. Eran seis, Bernardo, Sebastián, Marcos, Juan, Danilo y Manuel. Para recibirlos nos pusimos esos bikinis que se atan y que apenas te cubren las tetas. Divertidos nos manosearon al saludarnos. Se pusieron sus shorts de baño de natación para estar más cómodos, y a todos se les notaban sus bellos bultos.
    
    Cenamos a eso de la 14, muy rico todo. Bernardo me acercó un chorizo entero y me dijo –A ver cómo los chupas mami- Así lo hice como si fuera una verga, mientras Bernardo me lo hacía traga más. Me babee las tetas en tanto me sacaban el chorizo de la boca; Marcos me las chupo para secarlas.
    
    -Yo también quiero -Dijo Julia y Sebastián le acercó el embutido a su boca. Julia lo mojo un poco y tomando la mano de Sebas hizo que se lo metiera en la concha. Gemía de placer mientras todos se tocaban. Al rato lo sacó cortó un pedazo y me lo dio a comer con el sabor de su vagina. Todos quisieron probar, pero Julia no le dio a nadie.
    
    Ya estábamos todos muy fogosos, pero continuamos la cena, aunque el vino corrió a más velocidad. Y servimos el postre: merengues de crema y dulce de leche. Estábamos todos un poco tomados y divertidos.
    
    Los chicos pusieron sus vergas en la crema y el dulce de los merengues para que nosotras los comiéramos. Esas deliciosas pollas endulzadas estaban riquísimas y cada vez más duras. Bernardo empezó a cogerme la boca, mientras Danilo y Marcos hacían que Julia se tragara sus vergas juntas. Los otros tres llenaron nuestros culos de crema y dulce y empezaron a chuparlos, a pajearnos y pajearse.
    
    Tan mojadas y encremadas estábamos que a Sebastián se le ocurrió una competencia entre nosotras para ver quién se bancaba mejor una botella en mi culo o en la concha de Julia. Empezaron con las de vino que nos calzaron perfectamente más allá del cuello; después con las de champagne con igual resultado. Nosotras gozábamos como locas y nos agarrábamos de sus vergas mientras nos penetraban con las botellas, ellos estaban fascinados.
    
    Dilatadas como estábamos nos cogieron de a dos pijas juntas en nuestros hoyos; Julia más afortunada por recibir una tercera en el culo, pero yo la recibí en mi boca. Nos llenaron de leche deliciosa y pringosa que tragamos y esparcimos por nuestras tetas.
    
    Así como estábamos todos nos tumbamos en el césped a dormitar.
    
    Desperté junto a Sebastián, muy cerca de su verga. Aunque dormida era grande y me tentó. Estaba sucia y sus huevos transpirados, el olor y el sabor me excitaron más. Los lamí y chupé con su verga en mi cara, a la que pronto comencé a mamar. Sebas se empezó a mover en mi boca -¡Así puta trágatela toda! -Comenzó a girarse y me puso boca arriba con él clavándome la verga en la boca. Juan se acercó y empezó a lamerme el ano y ...