1. Noche de negocios


    Fecha: 20/09/2020, Categorías: Fetichismo Sexo con Maduras Zoofilia Autor: Esme, Fuente: SexoSinTabues30

    ... mascota, me preguntaba que mascota seria, seguramente era algo raro y denigrante para mí.
    
    Finalmente llegaron, el Socio de la Dra. Barraco, un tipo alto y gordo, calvo y de traje, el cual portaba joyería en manos y muñecas, me sentí intimada por aquel sujeto, la Dra., entro junto con él, charlaban sobre su viaje, mientras se dirigían a servirse un trago, yo como niña pequeña me quede inmóvil en medio de la habitación, cerca de la cama que había en el lugar.
    
    Aquel sujeto se me quedo mirándome morbosamente, recorriéndome de arriba abajo, me sentí avergonzada y violentada, inconscientemente solo agache la cabeza y me encogí de brazos.
    
    Entro a la habitación un hombre, se veía muy joven era un poco más alto que yo, bastante delgado, el cual portaba una máscara de Lobo que cubría la mayor parte de su rostro, solo su boca quedaba al descubierto y una trusa negra de licra ajustada que se ceñía a su delgado cuerpo, por lo esbelto y textura de su físico, pude deducir que era bastante joven, seguramente tendría la mitad de mi edad, se miraba cabizbajo, nervioso e inseguro.
    
    No sabía que pensar, por un lado me sentía algo aliviada de ver que su mascota era alguien que físicamente no presentaba un riesgo, creí que sería alguna bestia que me lastimaría, pero aun con mi baja estatura seguro pesaba más que aquel muchacho, la Dra., y su socio estaban sentados y atentos, aquel desagradable sujeto le grito que era momento de coger, así que su “mascota” se acerco a mí, apenas y podía acariciarme, sentí sus manos recorrer mis brazos.
    
    Intentaba darme besos por varias partes del cuerpo, uno de ellos fue en mi antebrazo izquierdo, donde tengo un tatuaje que me había hecho hace poco, un par de Búhos, uno grande detrás de otro pequeño, que representaban a mí como madre y a mi hijo, de igual forma note en su desnudo cuerpo que tenía un tatuaje de una cabeza de Lobo en su brazo izquierdo.
    
    Sé que el trataba de calentarme besándome el cuerpo y de igual forma buscaba excitarse él, pero no estaba dando resultado por lo que veía, no parecía notarse su erección en su trusa ajustada, no sabía qué hacer, me sentía extraña, pero también sabía que debía cooperar o me metería en problemas así que lo primero que se me ocurrió fue acabar rápido con esto.
    
    Por lo que con mi mano empecé a frotar el bulto frontal de su entrepierna para incitarlo a que tuviéramos sexo, pero por lo que sentí no parecía surtir efecto, aquel tipo le grito – Vamos Lobo, quítate la trusa y muéstrale tu verga a tu Caperucita – por lo que este le obedeció, pero su pene rasurado estaba flácido, yo al verlo sin bellos más me parecía un muchacho que un hombre, nuevamente con insultos aquel tipo estaba molesto, pues su mascota por los nervios no podía conseguir tener una erección, y yo podía entenderlo, ya que la presión era igual para mí.
    
    Aquel que llama Lobito, solo agacho su cabeza, yo al estar cerca de él alcance a escuchar como trataba de tragarse el llanto, por lo que entendí, el pobre ...
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