1. Tres amigos: La madre de uno de ellos es objeto de deseo


    Fecha: 04/05/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Excritorex, Fuente: CuentoRelatos

    No paraba de provocar, posiblemente sin darse cuenta y porque estaba en confianza con dos amigos de su hijo, pero lo cierto es que tanto Ramón como yo no parábamos de pensar en sus enormes pechos, largas piernas y maravilloso culo que se adivinaba dentro de esos vestidos tan elegantes que llevaba siempre.
    
    La conocíamos desde hace muchos años pues éramos amigos de su único hijo desde los 10 años. Cuando esto sucedió teníamos 21 y era habitual que estuviéramos en su casa. Ella siempre nos sonreía… nos hacía bromas sobre nuestras novias… nos comentaba como habíamos crecido… cada año la deseábamos más y no parábamos de pensar en cómo conseguirlo.
    
    Finalmente Ramón y yo nos decidimos, una rubia tan sexy y con esas piernas merecía que nos arriesgáramos. Un domingo cuando sabíamos que su marido y nuestro amigo Fernando, su hijo, se habían ido una semana de viaje al extranjero llamamos a su puerta y ella abrió...
    
    -Hola chicos ¡Fernando no está, pensé que os lo había dicho él y no volverá hasta el próximo domingo.
    
    -Da igual, tiene unos libros nuestros en su habitación, podemos pasar a buscarlos?
    
    -Claro chicos, sentiros como en casa, pasad que yo estoy en el salón viendo una película.
    
    Estábamos excitadísimos, llevaba una bata con un buen escote y como siempre, llevaba los labios pintados realzando una cara de muñeca que nos volvía locos.
    
    Ella se sentó en el sofá del salón mientras nosotros nos metimos en la habitación de Fernando, nos desnudamos… teníamos nuestras pollas duras como el acero. Ella no se dio cuenta de nada pues estaba de espaldas a nosotros cuando de repente nos abalanzamos sobre ella...
    
    Antes de que pudiera reaccionar y decir nada yo la había quitado la bata y la estaba comiendo sus enormes tetas manoseándola todo el cuerpo mientras Ramón la tapaba la boca.
    
    Su cara de sorpresa solo nos puso más cachondos todavía y ella pronto se dio cuenta que resistiéndose no iba a ganar nada, la dijimos que no la íbamos a hacer daño pero que nos íbamos a cobrar tantos años de tenernos calientes. Ramón la seguía tapando la boca pero esta vez con su enorme pollon, mientras que con su mano la empujaba de la nuca para que llevara un buen "ritmo".
    
    -Chúpala bien! Guarra! -y ella intentaba comérsela bien entera, era increíble la situación. Yo mientras la tocaba su maravilloso chochito... cubierto de una capita de vello negro que marcaba un triángulo perfecto y que se estaba ya humedeciendo...
    
    Acerqué mi lengua y empecé a lamer sus imponentes nalgas, sus duros y suaves muslos… despacio… disfrutándolo… noté como se iba relajando y mis lengüetazos fueron creciendo en velocidad, ella empezó a mover sus caderas al compás, mientras enterraba su cabeza en la entrepierna de Ramón, subiendo y bajando su melena lisa y rubia intentando abarcar la enorme tranca de Ramón.
    
    Y Ramón no pudo más y la hizo tragarse toda su leche! Puta, trágatela! le decía y ella obediente no derramó ni una gota, parecía que empezaba a pasárselo ...
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