1. Dominado por Arturo


    Fecha: 15/03/2019, Categorías: Gays Autor: soyAriel, Fuente: SexoSinTabues30

    ... sus dientes, intenté detenerlo, levantando mi pierna y empujar su cuerpo con mi rodilla, pero hábilmente pasó un brazo por detrás de mi pierna y me forzó a abrirla al máximo quedando mi culo a su alcance, se estiró un poco y fue tras él, deslizó su lengua entre mis nalgas y alcanzó mi agujerito, mi cuerpo se estremeció al sentir el suave contacto y me retorcí curveando mi espalda, sin poderlo evitar, señal inequívoca que me causó una ráfaga de placer, sus nalgas musculosas quedaron frente a mi cara, percibía el aroma de su culo de macho, sudoroso y apretado, al estar su culo a mi alcance, me dieron ganas de lamerlo, pero me contuve, no quería hacerle gozar, si bien me estaba dando placer, era un placer forzado.
    
    -¿Te gusta nena?, mira cómo te retuerces, eres una puta y lo sabes, aunque lo niegues, necesitas la verga de tu macho y la tendrás, te haré gozar y me pedirás que te haga mi hembra por siempre.
    
    Punteo con su lengua la entrada de mi orificio y su lengua se hundió dentro sin ofrecer resistencia alguna, entrando como cuchillo en mantequilla, abriéndome, una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo y di un respingo involuntario, nuevamente forcejeé sin éxito levantando mi otra rodilla, que fácilmente tomó con su otro brazo quedando mi culo totalmente abierto, a su disposición, succionó mi culo profundo, como si su boca tuviera una ventosa, y lo quisiera succionar entero, devorarlo, me volvía loco de placer, pero no podía rendirme, intentaba apretar las nalgas y retorcía mi cuerpo, forcejeando, todo inútil, jaló más mis piernas, obligándome a abrir más el culo y escupió en mi orificio, un par de dedos forzaron mi entrada y se hundieron profundo, hasta tocar mi próstata, otro respingo, ahogué mi gemido y tensé todo mi cuerpo, me dio un par de fuertes nalgadas que más que dolor me excitaron, las nalgas me quedaron con un ligero ardor y las sentía calientes, las nalgadas provocaron que aflojara mi cuerpo, permitiendo que sus dedos entraran y salieran de mi culo a voluntad, ensanchando y lubricando mis paredes internas, escupiendo cada vez más saliva que introducía dentro de mi culo al extremo que ya no cabía más y escurría por mi rajita hasta mi espalda.
    
    -Por favor Arturo, suéltame, No me hagas esto, me violas, me estás lastimando, no quiero seguir- le rogaba, pero mis ruegos cada vez eran más débiles.
    
    Estaba seguro que mis ruegos lo excitaban, pero no tenía otra opción, era la única alternativa que me quedaba.
    
    Su cuerpo volvió a dar media vuelta, tomó mis manos entre las suyas y las apretó contra la cama, con sus piernas, abrió las mías y su verga se deslizó en la raja entre mis nalgas, lento, haciéndome sentir su hombría y buscando mi orificio, pronto lo encontró, posicionó su verga justo en la entrada y me vio a la cara.
    
    -Vamos nena, yo sé que quieres sentirme dentro, pídeme que te meta la verga.
    
    -No Arturo, por favor, ya no sigas, me lastimas- rogaba sin mucho afán, sabiendo que poco le importaba,
    
    Empezó a puntear suave, ...
«12...456...»