FERNANDA EN FIN DE SEMANA. Y SU MAMA TAMBIEN - Relatos Eróticos

FERNANDA EN FIN DE SEMANA. Y SU MAMA TAMBIEN

... Fernanda se puso en puntas de pies, y coloque mi mano sobre su rodilla, subiendo rápido, acariciando sus muslos. Hasta detenerme en su colita redonda. .

FERNANDA: ¿Andrés?, te tengo hacer caso en todo lo que me pidas.

Ahí ella mientras decía eso, apoyo su nuca sobre mí,

y

bajo su brazo, agarrándome el muslo, cerca de mi verga y agarro mi brazo izquierdo, y lo coloco, sobre su pecho. Y como en un impulso, deslice mi mano, por su pancita, pase por su ombligo, ella dejo de respirar, y apoye toda mi palma, sobre su conchita, ella cerro los ojos,

la seguí bajando, y mis dedos tocaban su ano, y sus labios, y empecé a presionarle y frotaba, ella se tapaba los ojos.

Y movía su pelvis. Subí con mi mano, y volví a su estómago, levante su musculosa, toque sus senos, sobre el corpiño, sin preguntarle si le gustaba, era obvio que si, baje, la palma, y esta vez ingrese debajo de la calza, y levante la tela de su bombachita, y acaricie, su entre pierna, y le dije respira Fernanda,

ella asintió con la cabeza ¿esto buscabas? Le dije.

aproveche su posición para enjugarle las nalguitas, y su húmedo manantial, entre sus piernas, se derramaba primero por instinto se rehusó, retorciéndose, sujetándome los dedos de mi mano, y mi verga apoyada contra su culo, me tiemblan las piernas. ¿Podemos ir al

sillón? eso me calentaba más,

pero después afloro su deseo, dejándose tocar, mis dedos jugaban en su pequeña rajita, hasta el punto que tuve que tapar su boquita, de los suaves quejidos que soltaba, se abandonó al placer, dejando que mis dedos frotaran todo lo largo de su vagina, mientras mi verga era un volcán en erupción listos los jugos, dentro de mi pantalón, ¡chúpamela! Dije con la voz, entrecorada

No, no, no, me dijo, pueden volver, ¡chúpemela! Le digo,, ella miraba hacia mi verga, tragaba saliva, ¡ chupamelaaaa!, no, no, pueden descubrirnos, y mamá me va a retar! ¡ sácala con tus manos y agárrame la verga! Le digo, dale, sé que quieres hacerlo, ¿te gustaría chupármela?, siiii dijo.

Si me gustaría, pero…así que me desabroche, el cinto, baje mi cierre, ella tenía los ojos bien abiertos, tragaba saliva, pero poca, no lo podía creer, y de repente, saque mi verga, y ella, retrocedió, y tomándose

fuerte sobre mis rodillas, se arrodillo instintivamente,

para verme la verga, bien. Lleve mi verga caliente contra sus labios,

de repente se acerca toma mi verga con sus manitas

y en rítmicos movimiento

lamia, y

tomándolo, se lo metió en la boca.

Cuando sentí esa humedad, baje mi mano de nuevo, la tome de la nuca y la empujaba para que se la coma.

Me la mamo, ahí, dos minutos. Anda al sillón dije, y gateando se dirigió al sillón y con mis dedos la acaricie, hasta llegar a su ano, y se los metí en su botón, acariciándole al mismo tiempo frenéticamente sus labios.

Sentía

que se mojaba y pude meter mi dedo más largo, toque su apenas naciente botón, fue tal el quejido que tuve que ahogarla con mi verga,

fingir que ...