Como duele la verdad (parte 1) - Relatos Eróticos

Como duele la verdad (parte 1)

... apreciarlo sinceramente.

Me invitaron a pasar a la casa y con vergüenza acepte, me presentaron a la Sra. Andrea Alavés, 52 años, un cuerpo que levantaría a un muerto de su tumba, que tetas, enormes, un culo bien parado y un tanto rellenito, todo una loba la señora, era una hermosa medica cirujana, no podía negar ser la madre de Victoria, eran iguales, hermosas y delicadas al extremo.

-Pero Profesor, es que en esta casa todas las mujeres son tan hermosas? que hago yo aquí? me siento como el patito feo de los cuentos.....en realidad debería decir que parecemos, o sea, ambos, no?

Mi ocurrencia provoco las carcajadas de todos los presentes y así comenzamos a pasar un rato realmente agradable, el tiempo voló y la dueña de casa sugirió que nos quedemos a cenar con ellos, que eramos muy jóvenes y teníamos toda la vida para salir juntos, hoy ella quería conocer al pretendiente de su hija, ese comentario hizo que tanto Vicky como yo nos pusiéramos rojos de vergüenza, y el buen profesor nos saco a todos del paso con una tos un tanto incomoda.

La cena fue genial, eran gente de alta sociedad pero agradables, no eran soberbios ni mucho menos, me sentí cómodo en su compañía, así llego la hora del postre y luego el café y el coñac, hacia ya un buen rato que no podía dejar de mirar a Vicky, podía notar como sus pezones estaba erguidos, cierto rubor en su cara me indicaba que ella deseaba estar a solas conmigo, tanto como lo deseaba yo, con cada segundo que pasaba la deseaba mas y mas, sus padres pidieron permiso y se retiraron, nosotros fuimos al jardín, allí tendríamos un poco de intimidad.

El lugar era muy delicado, el jardín cuidado y un suave olor a jazmines nos envolvía, así como envolví su cintura con mis brazos y la bese por primera vez, ella envolvió mi cuello con sus brazo y abriendo suavemente la boca, dejo que mi lengua juegue con la suya, pronto nuestras lenguas batallaban por robar la saliva de la otra boca, la apreté contra mi cuerpo y ella reacciono, refregó su pelvis con la mía, buscaba el roce, y de manera inmediata comenzó a gemir, mi delicada princesa se había transformado en mujer, ella deseaba sentirme y sus manos me lo hicieron saber cuando me acariciaron todo mi inflamado badajo, me llevo al rincón mas obscuro, y allí desprendió con urgencia mi bragueta y libero mi dura verga, paso el dedo por la punta de mi glande y luego se lo llevo a la boca, se estaba comiendo mi liquido pre-seminal, tomo mi mano y me obligo a meterle un dedo en su encharcada vagina, lo retiro y me lo llevo a la boca, así probé por primera vez el sabor de su calentura.

-Estoy loca por vos Marce, desde que te vi la primera vez que esperaba este momento,.... por favor no pienses mal de mi......

Se agacho y sin dudarlo ni un segundo comenzó a chuparme la verga, apretaba el miembro por la base y lo sacudía en su cara, lo usaba como un arma de castigo y se golpeaba la cara con el, al rato lo introducía en la boca y lo mamaba de manera deliciosa, le pedí ...