1. Unas vacaciones con mi madre (P.3) Por la mañana en la playa


    Fecha: 01/05/2019, Categorías: Incesto Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    ... como Estela encogía levemente las piernas al sentir los toques y no tardó en comenzar a gemir.
    
    – Síii, síii! Diossss, qué gustazo! Ahhh, Ahhh! Sus palabras fueron acompañadas por las manos que apretaron la cabeza de Luis contra sus piernas.
    
    – Si, asiii! No pares! Chúpalo! Chúpalo! Le pedía con ansiedad.
    
    – Ahhh, Ahhh! Venga! Sigue! Diosss! Me voy a correr en tu boca! Ahhhg! Más fuerte! Muérdelo! Joder, que bien lo haces! Ahggg! Ahggg! Ahggg! Lo siguiente fueron prácticamente rugidos cuando Luis sintió cómo una catarata de fluido caliente empapaba el coño hasta llegar a su boca. Estela movía la cabeza de Luis entre sus muslos para sentir como le mojaba toda la cara. Cuando dejó de rugir todavía le temblaban las piernas, Luis retiro la cara de entre los muslos y vio una tremenda sonrisa de satisfacción en la cara de Estela.
    
    – Joder tío, que corrida, Ufff! Que guarra me has puesto, diosss!! Respiró jadeante.
    
    – Ahora te toca a ti disfrutar! Quiero esa polla dura muy dentro de mi coño!
    
    Dijo sobándola cuando Luis se incorporó. – Te gusta mi culo? Preguntó sin dejar de sobarle la polla.
    
    – Tienes un buen culo! Eso no se puede negar! Dijo el con sonrisa maliciosa. Estela se dio la vuelta y se puso de rodillas en el sofá mostrándoselo. Luis lo miro sin dejar de sentir la excitación que mantenía su cuerpo. Vio como Estela pasaba su propia mano por el y después se daba un azote. La carne dura y tersa vibro al compás del sonido del azote, mientras Luis miraba como la fina tira de tela del tanga lo atravesaba por su centro haciéndolo más atractivo.
    
    – No te apetece darle unos azotes? Dijo Estela volviendo a darse otro azote ella misma. Luis mantenía la mirada sobre él, sintiendo esa apetencia que ella le estaba provocando.
    
    – He sido una niña mala y me merezco unos azotes! Volvió a decir intentando provocarle más con la cabeza girada mirándole con una sonrisa envuelta de lujuria. Retiró su mano para invitarle a que comenzara. Luis le dio una palmada. – Zasss! Y sintió como la carne vibraba.
    
    – Eso ha sido una caricia… dale más fuerte! Luis levantó de nuevo la mano y – Zassssss!
    
    – Auhh! Gimió levemente Estela.
    
    – Eso está mejor! Me gusta sentir esos grandes dedos! Como te he dicho, me he portado mal y me merezco un buena zurra! Dijo acabando con una sonrisa algo diabólica.
    
    – Zasss! – Ahhh! Síii! Así! Sigue, sigue! Zasss, Zasss, Zasss! Tres chasquidos retumbaron en el salón a la vez que el gran culo se enrojecía.
    
    – Ufff! Eso ha estado mucho mejor! No sabes lo guarra que me pone! Vamos, métemela ya! Estoy deseosa!
    
    Dijo inclinándose más mientras se agarrada al respaldo del sofá. Luis estaba desconcertado a la vez que excitado, esa chica parecía un director de orquesta y el tan solo hacia sonar los instrumentos al son que ella marcaba. Vio los gruesos labios genitales bajo el culo y no dudó en agarrar su polla y pegarla contra ellos. Apretó su mandíbula mientras empujaba el capullo, y sintió como se abrían con generosidad, la ...
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