1. Amistades (8)


    Fecha: 29/04/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: FranRel, Fuente: TodoRelatos

    8
    
    MÓNICA
    
    El domingo por la mañana nos despertamos temprano, y tras ducharnos y desayunar algo rápido, fuimos a Atocha a coger el AVE. Nos pasamos el viaje hablando del tema. Me hicieron contarles todas las conversaciones con Felipe, para ver si recordaba algo nuevo. También repasamos a todos los del trabajo, por si alguno podría ayudarnos, pero eso lo veía imposible, ninguno ayudaría a la “zorra”.
    
    Llegamos a Málaga y alquilamos un coche. Gus condujo hasta Marbella mientras nosotras seguimos charlando. No nos costó encontrar la casa de Felipe. No pudimos entrar, ni ganas que yo tenía, pero preguntamos a los vecinos, que se pensaron que éramos periodistas. Ninguno nos dijo nada nuevo, que estaban en shock, que eran una pareja normal, ninguno se esperaba algo así… Estuvimos toda la mañana por allí pero fue en balde, ninguna información interesante.
    
    Cansados, nos fuimos al paseo marítimo, a tomar algo mientras nos daba el sol. Gus dijo que se iba a dar una vuelta, que necesitaba andar. El pobre estaba con mono de gimnasio. Lo vimos alejarse. Ana y yo nos pusimos a hablar de nimiedades. Entonces le dije:
    
    He reservado hotel para los tres
    
    Ah, no, ni hablar
    
    Sí
    
    Que te conozco
    
    No, tranquila, es normalito
    
    Normalito para ti
    
    Que no, es barato, tranquila, pero no tanto como esos cuchitriles que te gustan tanto jajaja
    
    Que cabrona eres jajaja
    
    Estábamos las dos en una terraza al sol, con las piernas estiradas. Ana llevaba un vestido de verano cortito, estaba más blanca que yo e imaginé que le gustaría pasar la tarde tumbada al sol. Yo iba con unos shorts cortos y una camiseta. Pensaba quedarme un buen rato allí, en esa terraza, tomando el sol y cerveza fresquita. Cerré los ojos y disfruté del sol pero entonces recordé la última vez que estuve así, fue con Felipe en las vacaciones y me entró una pena enorme y sentí culpabilidad, solo dos semanas que se había ido y yo aquí tomando cerveza y al sol, disfrutando. Me quise morir y noté que iba a llorar cuando, de repente, escuché una voz carrasposa decir:
    
    Hola Ana, cuanto tiempo
    
    Abrí los ojos y lo primero que vi fue a Ana con cara de miedo y blanca como una pared. Miré al que había saludado a Ana, un tipo de unos 40 años, con gafas. Iba con un pantalón de vestir gris, zapatos sucios y una camisa blanca arrugada y sudada. Tenía una barba descuidada y una frente amplia, con unas entradas importantes. Se le notaba una buena barriga cervecera y no debía medir más de 1,60m. Me quedé intrigada por la reacción de Ana, que rápidamente cambió el semblante y dijo:
    
    Inspector Linares
    
    El otro rió y dijo:
    
    Vaya, vaya… una sorpresa ¿no?
    
    S… sí
    
    ¿Quién lo iba a decir? ¿Cuánto tiempo hace que no nos veíamos? Seguro que te acuerdas bien cuando fue ¿no?
    
    Y se rió de una forma desagradable, para luego toser. Sacó un cigarro y lo encendió. Vi que Ana tenía los labios apretados y que se había encogido en el asiento. Se quedaron callados, mirándose. Entonces, el tipo dijo:
    
    Ahora ...
«1234...»