1. El funcionario de la cárcel II


    Fecha: 29/04/2019, Categorías: Gays Autor: Pedrovlc44, Fuente: TodoRelatos

    ... no había cambiado en demasía, Carlos seguía disfrutando de aquella rica mamada del melenas rubio, una polla por la boca y otra por el culo, lo tenían atrapado, Carlos me miro sin más, yo no podía quitar la vista de aquella escena, olía a sexo, sus gemidos eran contundentes pero silenciosos.
    
    Los cuerpos de todos eran perfectos, fibrados, se notaban sus músculos uno por uno, Carlos los guiaba, era su dueño, les decía lo que quería en cada momento...... el chico que se follaba al rubio por detrás sacaba su polla una y otra vez, lo volvía a penetrar con fuerza, se oía el chasquido de su pelvis cuando hacía tope en el culo de este con cada embestida, Carlos gemía retorciéndose metiendo y sacando de la boca y morritos perfectos con los que el rubiales succionaba y tragaba una y otra vez ese pollón que el venezolano se gastaba.
    
    - Carlos debéis salir de aquí....
    
    - no seas aguafiestas niñato, solo serán unos minutos más, déjame disfrutar y concentrarme.
    
    - por favorrrrr....
    
    - venga ven únete o espera pendejo.
    
    No había forma, Carlos iba a la suya, tenía miedo de que algún compañero entrará, pero la realidad es que aquello me estaba excitando, me estaba poniendo cachondo, mi polla empezó a tomar fuerza y yo no quería que se percatara de ver mi rabo duro bajo los pantalones ceñidos de mi uniforme.
    
    - ehyyyy tío, deja de follarte lo, ahora me toca a mí.
    
    - si jefe....
    
    - que te chupe la polla ahora a ti.
    
    Carlos volvió a dirigir aquel fiestón, vi como el otro recluso saco de ipsofacto su rabo del culo del melenas, era largo, gordo, su capullo babeaba, estaba súper erecta, dura, tiesa, Carlos hizo lo propio sacando su pollón de la boca del rubio, eso era tremendo, una polla un poco curva, enorme, grande, descapullada, babeante, morena, huevos gordos y peludos, casi esboze un suspiro, agarró de las caderas al chico, sentándose el en una bancada, lo atrajo sobre su cuerpo, más exactamente sobre su polla, metió su cara entre sus nalgas, separándolas con sus manos y azotandolas con fuerza, el chaval gruñó de dolor, pero Carlos escupió sobre su ano, le metió varios lametones y lo empujó sobre su polla que debió entrarle del tirón, por la cara compurjida que puso el rubio, enseguida este empezó a botar sobre el , Carlos gozaba, el otro chico se arrimo, le metió su pollón en la boca y volvieron a follarselo los dos, empezaron a oírse de nuevo los gemidos, los suspiros, esas pollas calientes no dejaban de bombear duro sobre el rubio.
    
    Yo tenía una mezcla de calor, morbo, calentura, nervios, miedo, solo hacía que mirar hacia la puerta una y otra vez por si entraba alguien, pero no quitaba ojo de aquel espectáculo porno que me estaban ofreciendo Carlos y los otros dos chicos. Los gemidos de Carlos empezaron a subir de intensidad, su culeada era más fuerte, le metía la polla como un toro, de repente gimió y gimió agarrado con fuerza a las caderas del chico, esbozo un bufido, un suspiro, y note como descargaba toda su leche dentro de chaval ...