1. Mar Sensual: Mi jefe me cogió en su oficina (parte 2)


    Fecha: 14/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: MarCaliente, Fuente: CuentoRelatos

    Eran las cuatro de la tarde y decidí meterle velocidad para ver si a las seis terminábamos, hora de mi salida. En ese momento, mi amiga me llamó preguntándome si iba a ir con ellos, pero le dije que no, que aún me faltaba mucho y que mejor les llamaba para alcanzarlos. Dieron las nueve y ya casi terminábamos, pero ya estaba cansada como para ir a la reunión. Calculé que a las diez de la noche terminaría, por lo que decidí llamar a mi marido para que a esa hora pasara por mí. Cerca de las diez, por fin terminábamos, la última hoja del reporte salía de la impresora. Contento, el licenciado agradeció todo mi apoyo y por último me pidió llevara unos papeles a un cajón del archivero que estaba a lado de la puerta de su oficina. Cerré un poco la puerta para poder sacar el cajón, me incliné para tomar los papeles, cuando de repente siento como los brazos del licenciado rodean mi cintura por detrás, pegándome a su cuerpo.
    
    -¿Licenciado qué hace?
    
    -Nada, sólo agradeciéndote todo tu apoyo. Sentí como me apretó más y su bulto duro tocaba mis nalgas.
    
    -No por favor, suélteme, ¿qué le pasa Licenciado?
    
    -Nada, sólo quiero que nos relajemos y la pasemos bien, me dijo sin soltarme y apretarme más.
    
    -No suélteme por favor licenciado, no me falte al respeto. Suélteme, no le he dado motivos.
    
    -Además de que quiero agradecer todo tu apoyo, te me antojas, estás muy rica. Déjame mostrarte como me tienes.
    
    -No licenciado, ya le dije que no le he dado motivos, suélteme por favor, sólo estoy cumpliendo con mi trabajo; pero además, yo no soy como sus amiguitas que mete aquí. Al estar cerca de mí, percibí su aliento alcoholizado, seguramente bebió toda la tarde. Con su pie terminó de cerrar la puerta de su oficina.
    
    -Por eso te me antojas más, por tu seriedad, aunque se ve que eres muy cachonda. La vamos a pasar bien, mira cómo me tienes. Me apretó más, sintiendo la dureza de su palo en mis nalgas.
    
    -No, suélteme por favor licenciado, por favor se lo suplico. No, no, no… intentaba zafarme pero su corpulencia me lo impedía. Comenzó a sobarse en mis nalgas y a masajear mis tetas. Sentía su miembro muy duro y grande. Mis súplicas, más que desanimarlo parecía que lo excitaban más.
    
    -La vamos a pasar bien, ya lo verás, estás muy rica, qué ricas nalgas tienes. Están para comérselas todas.
    
    -No licenciado, no siga por favor, suélteme, no me haga nada, respéteme licenciado, no se confunda, ¿Qué me va hacer? ¿Qué está haciendo? Le preguntaba al sentir que con una de sus manos se bajaba el cierre y hurgaba para sacarse su palo.
    
    -Quiero que sientas cómo me tienes, cómo me la pones. Quiero que disfrutes lo que siento por ti, quiero que seas mía; me decía esto mientras frotaba su palo encima de la falda sobre mis caderas.
    
    -¿Qué hace? No siga, no siga insistí, pero me seguía sujetando por la cintura sin ceder. Sentía cómo su miembro totalmente parado se frotaba en mis nalgas, lo tenía grande y grueso.
    
    He de decir que a pesar de mi enojo por la situación, ...
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