1. Realizando ¿fantasías? ¿Fetiches? La zapatería


    Fecha: 24/06/2020, Categorías: Fetichismo Autor: vorpatril, Fuente: TodoRelatos

    ... fue como yo empecé a gemir y suspirar. Con la pierna estirada y la otra por encima del brazo del sillón yo apenas pude alcanzar el clítoris con la lengua. Además de jadear, claro.
    
    - ¡Córrete, nena!.
    
    - Ya me viene. ¡Sigue!
    
    Pero ella ya se había corrido y varias veces, por lo que había podido deducir. Así que no le importaba más que buscar mi orgasmo. El primero me llegó con facilidad. Lo del pie en mi coñito me estabas volviendo loca.
    
    - Yo también quiero ver los tuyos cielo. Ponte de pie.
    
    - No son tan bonitos como los tuyos.
    
    Me hice la humilde aunque estaba muy orgullosa de mis pies. Bien cuidados con dos fuimos y uñas pintadas. Y si no tenía a nadie que me los acariciara lo hacía yo misma. Al ponerme de pie aproveché para quitarme el tanga. Estaba tan húmeda que solo era un trapo mojado entre mis muslos. Y ella tampoco lo tenía puesto.
    
    Palmeó su rodilla para indicarme lo que quería que hiciera. Me libré de mi sandalia y puse el pie derecho sobre ella. Sus manos fueron de inmediato a acariciarlo con suavidad. Y yo seguía con las tetas al aire.
    
    - Es precioso, reina.
    
    Como había hecho yo antes pasó sus dedos entre los míos. Acarició el empeine y me hizo cosillas en la planta. Incluso subió por el tobillo y la pantorrilla. Yo misma amasaba mis prechos para darme aún más placer.
    
    - ¿Me dejas que te lo coma?
    
    - Lo estoy deseando.
    
    Tuve que sentarme a su lado para estar más cómodas y poder alcanzar su carita con el pie. Solo con sentir su legua repasando la plante ya me corrí jadeando. Cuando me chupó los dedos casi me vuelvo loca. Y cuando pasó la lengua entre ellos me corrí mojando el sofá sobre el que otra gente se probaba zapatos. Y sin tocarme el coño.
    
    Quedé completamente postrada y respirando con fuerza, jadeando, intentando encontrar el aire que faltaba a mis pulmones. Con las tetas al aire, un pie sin calzado con una sandalia en el suelo y el otro por encima del respaldo del sofá.
    
    Tenía las piernas completamente abiertas, la falda levantada por encima de la cintura. Estaba expuesta del todo a sus lascivos ojos y por supuesto a su lengua juguetona. Se inclinó sobre mí cuerpo dispuesta a seguir dándome placer.
    
    Yo creía estar saciada pero aún no había sentido su lengua en mi coño. Jamás pensé que se podía gozar tanto. Seguía encadenando orgasmos y más cuando levantó mis piernas y llegó con la lengua hasta mi ano.
    
    Fue una locura total, pero mi excitación hizo que no me importará nada. Aunque estábamos en un rincón discreto lejos del escaparate y tapadas por una estantería era posible que alguien nos viera. Supongo que si eso pasó le gustó el espectáculo pues nadie dijo nada.
    
    He vuelto a verla. Aunque no me atraían de forma especial las mujeres no es fácil encontrar alguien que comparta tu fetiche. Y menos capaz de dar y recibir placer así.
    
    ........... 
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