Y al final compré aquello que estaba de moda. - Relatos Eróticos

Y al final compré aquello que estaba de moda.

... se deslizaba por una anilla teniendo en cada uno de sus extremos un pequeño candado a su vez.

Las llaves de los candados no estaban para poderlos abrir una vez cerrados.

Cogi el sobre y lo abri viendo que contenia un contrato de sumision y las instrucciones explicandome como ponerme lo que habian dejado al lado de la carta y lo que tenia que hacer si aceptaba firmar el contrato.

La excitacion que tenia era superior a mis fuerzas. Tras leer el contrato dudaba si firmarlo o no. No aguante mas y lo firme, metiendolo a continuacion en un sobre mas pequeño que venia adjunto a la carta con una direccion impresa en el.

Al enviarlo por correo ordinario tardaria al menos una semana en llegar a su destino.

Despues cogi el primer candado, el mas grande, que tenia que colocar juntando las anillas de mis labios vaginales, cerrando asi mi coño para que no pudiese ser penetrado. Lo coloque en la posicion indicada, solo tenia que cerrarlo, pero si hacia ese movimiento y al no tener la llave, no podria quitarmelo.

Mi corazon latia con fuerza y notaba una excitacion como nunca antes habia sentido. Siempre habia deseado ese tipo de relacion. Recorde lo sucedido anoche. Fue duro, pero tambien placentero habiendo tenido tal cantidad de orgasmos que habia perdido la cuenta de ellos.

Respire profundamente. Cerre los ojos y coloque el candado.

CLIC

Estaba cerrado, ya no podia quitarmelo. Tenerlo en mi coño me hacia sentir poderosa y tambien muy sumisa, esa contradiccion hacia que me excitara muchisimo mas.

Cogi el collar y vi que detras tenia otro pequeño candado para impedir que me lo quitara, si me lo ponia tampoco podria sacarmelo. No me importo lo cerre tambien. Ahora era el turno de la cadena que iba desde el collar a las anillas de mis pezones. El derecho fue facil, pero la cadena era muy pequeña, tuve que tirar de ella levantando mi pecho y aun asi no llegaba al izquierdo por lo que con mi otra mano lo levante costandome trabajo conseguir colocar la cadena correctamente y cerrar el candado.

Los pezones estaban ahora obscenamente levantados y sentia un dolor muy severo que tambien me proporcionaba placer.

Ahora tenia que salir y enviar la carta. Cuanto antes lo hiciera antes llegaria a su destino que por otra parte desconocia cual era.

Me levante de la cama y note el peso del candado en mi coño, era incomodo andar asi, mis labios vaginales se estiraban continuamente. Me dirigi al armario para ponerme unas bragas y un pantalon que ayudasen a sostenerlo.

Para mi sorpresa no habia nada de eso. Solo estaban mis vestidos mas provocativos. El resto de mi ropa habia desaparecido. Los muy cabrones se la habian llevado.

Eso fue lo que pense hasta que vi la otra puerta del armario. Tenia un candado puesto para impedir abrirla. Seguramente el resto de mi ropa estaria alli. Solo era la puerta de un armario, probablemente si tiraba con fuerza la romperia y podria coger la ropa que quisiera.

Me disponia a hacerlo, mi mano ya ...