Despedida e inicio (parte 2) - Relatos Eróticos

Despedida e inicio (parte 2)

... jajajajaja

-Se hará como dispone mi Señora.

-Saca mi vestido negro de terciopelo, mi conjunto interior y mis medias negras y trae mis zapatos de tacón negro con el lazo dorado.

Mientras Lucia cumplía con lo ordenado, la Señora se sentó sobre un sillón en el centro del vestidor se quedó mirando a la criada y pensó en medir su estima por Ella y su dominio.

-Esclava, ven aquí –dijo señalando al suelo frente a Ella. La chica se postró a sus pies y enterró la cabeza entre sus zapatillas. Aspiraba el perfume de la ropa de su Ama y el olor a jabón que exhalaba su cuerpo. Ella se levantó, fue hasta un cajón de su vestidor y sacó un cinturón fino de color negro, de un centímetro de ancho. No mediría más de 80 cm y lo agarró por la hebilla y dio una vuelta sobre su mano. Se acercó a Lucía por detrás y piso con la suela de su zapatilla la nuca de la muchacha..

-¿estas cómoda, perra? – le preguntó quedamente –¿tienes miedo de tu señora?

-Si Ama, estoy bien, no no tengo miedo de mi Ama, confío en usted...-contestó Lucía con su boca sobre la alfombra mientras el pie sobre su nuca la tenia sometida..

La Señora echó el brazo hacia atrás y el cinturón, fino como una serpiente, se estrelló sobre la espalda y el culo de la muchacha.....zaaasss

- Ahhh –gritó Lucía

- Silencio, esclava. No quiero oírte. – dijo mientras apretaba el pie sobre la nuca de la chica..

- Zasss, zaaas, zaaas, tres nuevos trallazos resonaron en la habitación aún sobre la tela del fino vestido de sirvienta.

- ¿Aún no me tienes miedo, mi perra? – sonreía mientras lo decía...

- No Ama, confío en us...zassss, zassss, ted, mi Dueña. Ahh... Dos latigazos más cayeron inmisericordes sobre la pobre chica arrodillada.

La señora quitó el pie de la nuca de la muchacha y se sentó en el sillón con el cinturón aún en la mano. Abrió el albornoz y separó las piernas....

-Veamos ahora si sabes hacer algo por tu Señora. Ven aquí y compláceme.

La criada levantó la cabeza y con lagrimas en los ojos se giró hacia el portal que marcaban las piernas torneadas y suaves de su Dueña. Entendió lo que quería su Ama y acerco su lengua al centro mismo de su Divina Dueña... Comenzó a lamer lentamente, sintiendo el calor que emanaba desde dentro y gustándose en cada lamida.

La Señora comenzó a disfrutar de su posición, tenía muchas ganas desde que su marido se fue de casa y el baño caliente había hecho crecer su deseo, subió las piernas aun calzadas con las zapatillas a la espalda de la chica y la espoleaba como si de una yegua se tratase... más deprisa, más profundo, más, cómetelo todo, chúpamelo todo perra, decía mientras las cuñas de su zapatilla se clavaban en los laterales de la espalda de la chica..... La criada sabía que la Señora estaba gozando y continuaba lamiendo como si fuera su única misión en la vida. Arriba y abajo, con toda la lengua, solo con la punta, hasta bien dentro, .... Su Ama comenzaba a gemir y su mano dejó caer lánguidamente un correazo sobre la espalda ...