1. Vacaciones con la madre de mi novia (3)


    Fecha: 22/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos

    Una gran mamada
    
    “Joder con la recatada!” Pensé mientras me arrastraba hasta la piscina. Necesitaba un buen refresco, todavía quedaba casi una hora hasta que regresara Lucía y no sabía cuándo podría tener otra oportunidad.
    
    El agua fresca fue un buen estímulo y sentí como todo mi cuerpo perdía la tensión. Vi a Carmen levantarse y ponerse el tanga, sus tetas seguían majestuosas dominando todo su tórax. Pensé en Lucía, si le pudiera ver la cara a su madre en este momento creo que le encantaría ver la felicidad que desprendía.
    
    Bajo los escalones de la piscina y dio varias brazadas para llegar hasta mí, realmente parecía dominar el medio acuático. Dejé que se pegará a mí y me besara con sus carnosos labios. Sus grandes tetas volvieron a aplastarse contra mi pecho y la reacción de mi polla no se hizo esperar.
    
    Sus besos eran como los de su hija, sedosos a la vez que descarnados, es decir, despertaban la lujuria de inmediato.
    
    - Ufff, cielo, como me ha gustado! Seguro que haces disfrutar a mi hija de lo lindo!
    
    - Nos lo pasamos bien, aunque nuestro lenguaje es algo más fuerte!
    
    Le dije para probar hasta donde podía llegar con el vocabulario.
    
    - Ah, si? Y que os decís?
    
    - No sé si le gustaría oírlo!
    
    - Prueba a ver!
    
    Contestó con cara de pilla restregandome las tetas con descaro.
    
    - Pues cosas como “ te voy a reventar el coño putita!”.
    
    - Ufff, si que son fuertes! Y ella que te dice?
    
    - Pues… “te voy a chupar la polla hasta dejarte seco, cabron!”
    
    - Jajaja! Rió algo nerviosa.
    
    - Sabes una cosa!
    
    - Qué?
    
    - Creo que me gustaría oír esas cosas mientras me follas!
    
    - A mi no me importaría decírtelas. Y tu, te atreverías a decírmelas a mi?
    
    Realmente no me imaginaba a esa señora tímida y recatada, bueno, el recato ya lo había perdido por completo, pero todavía le quedaba algo de timidez, pues eso, que no me la imaginaba diciéndome guarradas.
    
    - Uy, jijiji, pues no sé si me atrevería!
    
    Contestó alargando su mano bajo el agua para tocarme la polla. La manoseó un poco y añadió.
    
    - Aunque con esta verga dentro, creo que sería capaz de decir cualquier cosa! Jijiji!
    
    No dejaba de sorprenderme a cada minuto que pasaba, y me sentía a gusto con ella enseñándome sus tetas a la vez que me sobaba la polla bajo el agua.
    
    - La verdad es que la tenía por una mujer muy recatada!
    
    - Esa no era yo, mi marido me tenía muy reprimida y me dejaba manejar por él, pero yo deseaba salir de esa burbuja en la que me había enclaustrado.
    
    - La verdad es que es una mujer preciosa! Le dije para animarla a que siguiera.
    
    - Solo teníamos sexo cuándo el quería y cuando salía a la calle me obligaba a ir muy tapada.
    
    - Y el sexo con él, que tal era? Fue una pregunta muy indiscreta, pero estaba seguro que se abriría por completo.
    
    - Pues muy soso y tradicional. Tú me has hecho disfrutar más en un rato que él en todos los años de casada.
    
    Ya había conseguido ponerme la polla dura de nuevo, aunque tengo que reconocer que tampoco era ...
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