La hembra consentida - Relatos Eróticos

La hembra consentida

... clientes habituales pero tambien note habia perras de la calle en los videos, de esas que el «rescataba».

Decidi que seria bueno yo tambien meterme en su juego y despues de guardar todo sali a buscar una tienda en la que comprar varias memorias usb para copiar sus archivos, no me interesaba apropiarme de la voluntad de sus amigos, lo que queria era tener un arma contra el, tener algo que me garantizara poner las cosas claras y arruinarlo en caso de que siguiera por el camino de violencia y hostilidad que desde hace unos meses llevaba conmigo solamente.

Compre varias memorias usb, busque un programa para colocarle contraseña a todas, las formate y las protegi con contraseñas mias, copie casi sin mirar las carpetas en las que estaban sus «hembras» las carpetas eran de los mas explicitas, llenas de fotos de el cogiendo con vacas, burras, perras, yeguas, yeguitas, ovejas, gallinas, su pene aparecia erecto clavado en las vaginas de las hembras y habia fotos en varias pocisiones, solo o en compañia, los videos eran demasiados, habia videos con pesimas resoluciones de hace mas de quince años de antiguedad, habia imagenes escaneadas de el aun mas joven cogiendose animales mucho antes de llegar a los veintes. en fin termine de copiar todo, lo guarde lo mejor que pude y borre el historial de reproduccion de la maquina para que no se notara que habia sido usada recientemente y mucho menos que habia visto sus tesoros.

Me encargue de esconder las memorias en muchos lugares distintos, algunas incluso las enterre en jardineras o macetas en casa de mia abuelos maternos, queria estar seguro de tener la manera de recuperarlas en caso de que algun dia me fueran utiles.

Se lo que pensaran. Que soy un aprovechado. Pero Eduardo se lo merecia, desde el momento en que se quito la careta y me mostro su verdadera manera de ser y pensar hacia mi no se habia dedicado a otra cosa mas que a atacarme, decirme que era un arrimado y maldecirme a mi y mi padre biologico (esa fue una de las razones por las que he dejado mi aspecto se parezca a el de el, por eso me deje crecer la barba y el bigote y trato de recordarselo en todo momento) yo jamas lo ataque o le hice daño y sin embargo el me quiere lejos de mi madre por puro capricho.

Solamente me quede con una en mi cuarto y pasada una semana la curiosidad pudo mas, pedi prestada una maquina a un amigo de la ferreteria y me dedique a ver de principio a fin el contenido.

Lo que mas me soprendia era que las «hembras» de Eduardo se mostraban de los mas mansas y cooperadoras de coger con el, asumian pocisiones de apareamiento solas, le facilitaban la penetracion y por los espasmos de sus coños al recibir la verga de mi padrastro hasta el fondo podria decirse que les encantaba y para ellas era mas que claro que el era su macho, empece a investigar sobre el tema y me entere de que los animales solamente entraban en celo unos meses al año y que para provocar su ciclo reproductor habria que darles medicamentos especiales ...