1. Fantasías de Marcela: Una mañana


    Fecha: 17/04/2019, Categorías: Voyerismo Autor: Gamod, Fuente: CuentoRelatos

    Marcela es una hermosa mujer entrada en los 50s, bajita de estatura y poseedora de una hermosa figura voluptuosa, que es coronada por unas espectaculares y amplias caderas que roban la atención de muchos hombres que la miran pasear en las calles, cual cúmulo de niebla, con la gracia de un hermoso sueño que se desvanece con el paso del viento. Tiene una tersa piel que juguetea en el espectro de una deliciosa piel morena y la pálida textura de una flor que despierta a las mañanas otoñales.
    
    Una hermosa mujer capaz de robar miradas, suspiros, y con la capacidad de robar la calma aquellos aventurados que la siguen con la mirada, y capaz de inspirar fantasías que van desde lo delicadamente morboso hasta lo húmedamente apasionado, de esas fantasías que te dejan con la mano mojada de vez en vez.
    
    Ella así misma se ve como una mujer llenita, a la que en ocasiones le da por esconder esa hermosa figura que la naturaleza le dio. Si he de ser franco, en lo personal es de esas mujeres de las que me fascina su talla por que se le nota de lejos.
    
    En alguna ocasión se vio en la necesidad de salir de casa, uno de esos fines de semana en los que pareciera que el mundo deja de rodar y la gente prácticamente abandona las calle y el bullicio para refugiarse en la tranquilidad de sus casas.
    
    Se dispuso a abordar una unidad del transporte público ataviada de una ropa coordinada en colores negros ligeramente entallada, compuesta por una falda que daba ligeramente arriba de la rodilla dejando entre ver ese hermoso par de piernas deliciosamente torneadas, adornadas con lo que parecía ser un juego de medias color humo, que remataban esa falda que dibujaban a la perfección sus caderas.
    
    Lucía una blusa negra con botones que dibujaban un ligero pero llamativo escote que dejaban ver su piel que contrastaba con el color de la blusa invitando a mirar ay a perder en ese escote sin importar que el mundo siguiera girando.
    
    Se preparaba para un recorrido un tanto largo y aparentemente en solitario, cuando de repente el vehículo se detuvo para que pudiera abordar una persona más.
    
    Marcela no puso atención ya que estaba mirando por la ventana como la luz del día comenzaba a volverse más intensa. Cuando una voz grave le pidió por favor alcanzar el pago al operador de la unidad, era una de esas combis que tienen los asientos en los extremos dejando de frente y a la vista a los pasajeros del frente contra los pasajeros de atrás.
    
    La sorpresa de Marcela fue grata, cuando al estirar la mano para recibir el dinero vio de frente a un hombre de contextura media, su cabello entrecano y la rigidez de su cara le regalaban con facilidad unos 60 años tal vez 63. Marcela tomo el dinero y volteó hacia el operador para pagar al momento de girar el cuerpo la falda logro subir un poco más allá de sus límites dejando entrever un delicado broche que pertenecía a un ligero color negro adornado con un coqueto encaje muy discreto. Y en ese momento fue inevitable que aquel hombre fuera ...
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