1. Ludopatías (Capítulo 2)


    Fecha: 17/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos

    ... en sus brazos. Sus manos estaban en mi cintura, las de mías en sus hombros, y el toque fue eléctrico. Sentía que se me ponía la piel de gallina en los brazos. Estaba cálido al tacto, incluso más cálido que el aire en la pista de baile, calentado por todas las personas que se movían juntas.
    
    Aun así, seguimos bailando, ambos respirando con más dificultad a medida que el esfuerzo, y otras cosas, nos pasaba factura. Las manos de Marcos estaban en su mayoría estacionarias, pero aún a solo pulgadas de mi trasero, y la proximidad a un hombre tan atractivo provocaba mi deseo de que él se deslizara más abajo y les diera un buen apretón a mis nalgas.
    
    Como si me leyera la mente, Marcos trató de hacer precisamente eso. Sus manos se deslizaron hacia abajo, con una sonrisa de complicidad en su rostro, y me sentí dominada por un momento por la compulsión de dejarlo hacerlo. Pero, me resistí y mirándolo con furia, volví a levantar las manos, pero no se apartó ni hice que me soltara.
    
    Antes de que tuviera la idea de hacerlo de nuevo, me gire y me recostó contra él. Su pecho era ancho y fuerte, y se sentía cálido contra mis hombros. Me incline más hacia él. Marcos tenía un cuerpo asombroso, musculoso, bien esculpido, me parecía que podía sentir cada manojo de músculos mientras presionaba mi espalda contra él. Sus manos se deslizaron alrededor de mi cintura, acercándola más, inconscientemente comencé a apretarme contra él. Sus piernas, como el resto de él, eran fuertes y los grandes músculos de sus muslos se tensaron cuando aplaste mi trasero contra él. Cerré los ojos y la música los inundó; nos balanceamos juntos, ninguno quería romper el contacto. La música seguía siendo rápida y la multitud seguía allí, pero todo pareció desvanecerse cuando nuestros propios ritmos naturales tomaron el control.
    
    Pero entonces me aparte bruscamente de él, girando y retrocediendo. Ambos estábamos casi jadeando, más por la pasión que por el esfuerzo.
    
    Yo: No...- murmurando
    
    Huyendo me abrí paso entre la multitud y se encontró cerca de una de las cabinas privadas del Antro, en una esquina. Nadie las estaba usando. Escudriñe la multitud; no había ni rastro de Laura, Raquel o alguien. Un momento después llegó Marcos; me había seguido, y se deslizó en un asiento como si estuviera reservado para él.
    
    En ese momento, mi teléfono volvió a sonar cuando recibí un mensaje de texto. Mientras lo sacaba para comprobarlo, también me senté distraídamente.
    
    Mi Rey: Princesa, ¿Conseguiste esa bebida?
    
    Yo: En eso estoy ahora. Marcos parece estar realmente arrepentido. Dijo que quiere incluir a Laura en la selección- Obviamente No mencione el baile, ni los momentos en los que se puso caliente y pesado, ni lo cerca que estuve de cometer un gran error.
    
    Una vez que envié mi respuesta, miré hacia arriba para encontrar a Marcos mirándome
    
    Yo: ¿Qué?
    
    Marcos: ¿Con quién estás hablando?
    
    Yo: Mi esposo- levantando mi mano y mostrando mis anillos burlonamente.
    
    Marcos cerró los ...
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