1. Doble embarazo doble bendición


    Fecha: 23/03/2020, Categorías: Fetichismo Incesto Infidelidad Autor: SofiOlivera, Fuente: SexoSinTabues30

    Mi nombre es Sofía, tengo 34 años. Estoy casada desde hace casi 15 años y tengo 2 hijos casi de la misma edad, 13 y 14 años.
    
    Soy bonita, y sin ánimos de sonar engreída pero tengo un cuerpo excelente. Mido 1.76, tengo pechos redondos y firmes, caderas anchas, y voy al gimnasio así que trasero no me falta.
    
    Mi marido Leo es sencillo, un hombre trabajador y que lo da todo por su familia, tiene un miembro bastante considerable y sabe usarlo bien.
    
    Mis dos hijos son mi vida, Aaron tiene 14, es un chico delgado y alto, casi tiene mi misma altura ya. Es un chico callado y sencillo, que disfruta mas que nada de pasar tiempo conmigo.
    
    Julieta, de 13, es bastante mas activa. Mide 1.62, es ruidosa y enérgica, y es la nena de papi, siempre pegada a el pase lo que pase.
    
    Bueno ahora que los conocen a todos empieza la historia de verdad, y les advierto va con todo…
    
    Primero que nada, ninguno de mis hijos es virgen, y no lo son desde hace mucho.
    
    Yo me crié en una casa ultra estricta, donde hasta los 15 ni siquiera supe como se hacía un bebé, y eso me llevó a meterme con cualquiera y hasta ser abusada sexualmente.
    
    Así que con mu marido desde siempre les enseñamos a nuestros hijos todo sobre sexo.
    
    Mi hija fue la primera, ella desde ya los 3 años empezó a tener curiosidad por su pequeña vagina, y como tal la enseñamos a tocarse y como usar sus otros orificios para recibir y dar placer.
    
    Mi hijo fue siempre más callado, a el lo enseñé yo, mostrándole como masturbarse, dándole mamadas y hasta dejándolo que me masturbe a mí.
    
    Cuando ambos cumplieron los 8 años les dimos un regalo especial: perder la virginidad.
    
    Esa noche practicamos lo mismo de siempre, dar mamadas, recibirlas, usar juguetes y en el caso de Julieta como recibir de a poco juguetes mas grandes.
    
    Esta vez sin embargo la cosa fue distinta. Está vez en lugar de juguetes Leo logró meter su pene en el ano de Julieta, y Aaron pudo meter su pequeño pene dentro mío.
    
    La verdad he de decir, mi marido la pasó bastante mejor que yo. Julieta ya tenía costumbre de tener juguetes grandes ahí, y el entraba sin problemas dentro suyo.
    
    Aaron sin embargo era mucho mas inexperto, el solo empujaba y empujaba sin ton ni son, y aunque la sola idea me mojaba muchísimo no podía evitar pensar que como me gustaría tener 8 años para que mi padre me penetrara así.
    
    La cosa fue avanzando con el paso de los años. Mi Aaron aprendió a usar su cada vez mas grande miembro, a tocar donde debe y hasta tuvimos sexo anal varias veces.
    
    Julieta se convirtió en una experta, metiendo sin problemas todo el largo de su padre en el ano y la boca, y hasta logrando hacerlo por la vagina casi sin problema.
    
    Así pasaron los años, nuestra familia se hizo mas y mas fuerte, hasta que llegó un día especial.
    
    Una mañana Julieta vino corriendo emocionada y sonriente, me mostró su ropa interior y había una mancha. Su primer periodo.
    
    Eso no solo significaba su paso a «ser mujer» sino algo muchísimo más ...
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