1. Matutina


    Fecha: 02/03/2020, Categorías: Dominación / BDSM Fetichismo Masturbación Autor: josueang, Fuente: SexoSinTabues30

    Esto pasó en el tiempo del lapso escolar 2001-2002, yo iba en 3er año de preparatoria en lo alto de un cerrito, frente a mi prepa estaba otra, no diremos nombres de escuelas, para llegar a ellas si no te llevaban en carro tenías 3 opciones:
    
    1.- Esperar un autobús que te dejaba en la entrada al camino para subir el cerro y llegar a la escuela, el cual era con varias curvas y empinado.
    
    2.- Tomar un taxi “colectivo”, que te subía a la escuela, pero te cobraba el doble de un autobús, había quienes se podían dar ese lujo.
    
    3.- La opción de un servidor y muchos más, esperar un camión “Especial”, que solo recogía alumnos de esas dos preparatorias y nos subía y dejaba en la entrada de la prepa.
    
    Era mi ultimo año escolar, entrabamos a las 7 am, entonces en el camión especial existía un orden para subir, los hombres por la puerta de atrás y las mujeres por la puerta delantera. La parada donde yo abordaba era de las ultimas, y siempre la puerta de atrás ya traía a muchos cabrones colgando, muy saturada el área de abordaje de hombres, y los choferes con tal de sacar mas dinero pues me subían por la puerta de adelante.
    
    Yo no traía ninguna mala intención, para ese entonces yo ya no gozaba del culito de mi tía Elvia (Busquen el relato), me culeaba a una de secundaria pero no era muy seguido (luego hago ese relato), mi principal fuente de satisfacción era la paja, pero un día estaba muy lleno, yo rodeado de mujercitas de entre 15 y 17 años, yo tenía 17 también, estaba tan saturado el autobús que “sin querer” ya estaba atrás de una niña de la preparatoria frente a la mía, y pues le di unos lleguesitos a sus nalguitas que pude sentir estaban muy buenas, y pues la chica no reaccionaba, solo me dejaba llevar por la inercia de las curvas en el trayecto del viaje, exagerando un poco para poder tallarle mi verga, aunque sea por encima de nuestras prendas, a ese culito que se sentía tan delicioso.
    
    Pasaban los días, y el destino muchas veces nos juntaba, en la penumbra, antes de que saliera el sol, la distinguía entre las demás, discretamente me acomodaba tras de ella, y suavecito, y poco a poco empezaban los arrimones, mi verga bien dura, pero inclinada a la izquierda, se tallaba en esas nalguitas, siempre cuando llegábamos a nuestro destino ella se bajaba de inmediato, no sin antes regresarme a ver con una mirada muy picara y una ligera sonrisa casi invisible, y a paso acelerado se metía a la escuela.
    
    Torpe como hasta la fecha a veces sigo siendo, no tuve nada de iniciativa para escalar las cosas a más nivel, para mí era suficiente darle sus arrimones 2, 3 o a veces los 5 días de la semana que me la llegaba a encontrar, yo creía que ese culito era mío, hasta que un día en el autobús saturado de alumnos se escuchó un grito – “¡¡PINCHE PUERCO!! ¡¡ HAZTE PARA ALLA!!, me quedé helado, pero el grito no era hacia mí, yo estaba en el primer tercio del autobús, y el pedo fue a la mitad del autobús, algún wey igual que yo se la iba tallando a otra chava, ...
«12»