1. Capítulo 5: De su hijo a su mujer (¿Por qué no puedo contarle a nadie?)


    Fecha: 14/04/2019, Categorías: Gays Incesto Sexo con Maduras Autor: MachoLingerie, Fuente: SexoSinTabues30

    ... me había quedado en la memoria y que tanto me excitaba. Sentí palpitar el tronco cuando, agarrándolo suavemente con la mano, lo acerqué a mi boca para besarlo con mis pequeños labios rosados. Lo hice muy suavecito primero y luego puse mi boquita en la punta del glande y estiré los labios para succionar el líquido cristalino que rezumaba. Después de succionarlo fui abriendo la boca para meter poco a poco el bulbo del glande, como aquella noche en la playa.
    
    Cuando mi papá comenzó a gemir muy bajo, puso su mano encima de mi cabeza presionándola un poco hacia abajo, entrando el glande más profundo dentro mi boquita hasta estirar la comisura de los labios. Acomodé mi pequeña lengua bajo el glande para alojarlo mejor y el sabor del líquido preseminal, que de nuevo emanaba de su punta, inundó mi paladar de una sensación que me hizo sentir un hormigueo que bajó desde mi nuca por mi espalda hasta mi culito, haciéndome sentir también un cosquilleo en mi guatita.
    
    Estuve mamando su glande por unos minutos, sintiendo el calor del pene de mi papá, con su mano que cariñosamente seguía haciendo presión sobre mi cabeza y con sus gemidos que me hacían saber que lo estaba haciendo muy bien. En un momento saqué su glande de mi boca, me levanté y me acerqué a su cara. Él me agarró con las dos manos y me besó con firmeza.
    
    Sonreí mientras bajaba nuevamente hasta su pene grande, mojado por mi saliva y que rígido se movía en espasmos, esperando que nuevamente lo metiera dentro de mi boca, pero en vez de hacerlo, después de besarle el glande, le dije:
    
    En eso estaba cuando sentí que mi papá se sentaba en la cama y tomándome de las axilas me arrastró sobre su cuerpo hasta que mi cara quedó frente a la suya. Con cara seria me preguntó si había hecho esto con alguien más. Yo negué con la cabeza y entonces me dijo algo que confirmó mi sospecha que quizás no estaba bien lo que estábamos haciendo.
    
    Siempre fui muy despierto pues escuchaba las conversaciones de adultos sin que se dieran cuenta, fingiendo que jugaba o que no ponía atención a las películas que a veces veían mientras estaba con ellos. Yo intuía que lo que estaba haciendo con papá no era lo único que hacían los grandes y que, por la voz baja en sus conversaciones o por las reacciones que a veces tenían, imaginaba que no eran cosas que pudieran hacer los niños.
    
    Se quedó en silencio por un rato, como si lo incomodara tener que responderme, así que antes que lo hiciera le hice otra pregunta.
    
    Sonriendo más relajado me respondió:
    
    Mi mente quedó por un momento en blanco, pero de pronto me di cuenta de algo que no había pensado.
    
    Su cara se desencajó por un momento, pero rápidamente me respondió sonriendo:
    
    Me miró sonriendo y besándome rápido otra vez en los labios. me respondió:
    
    Sin responderme y sin decir ninguna palabra, mi papá me levantó la camiseta del pijama para sacármela. Sentí el roce tibio de sus dedos en mis costillas cuando me la quitaba y, luego, en mis muslos mientras me bajaba ...