Los negros tomaban cafe - Relatos Eróticos

Los negros tomaban cafe

... ya me gustas más Alejandra, ya comprendes el humor senegalés de Villanueva del peral. -----------------------------------El Hotelito era una joya Arquitectónica, bonito de verdad, las camas tan mullidas eran que invitaban a dormir, a gozar y quizá a muchas cosas más…de las que aman los humanos a los que Dios hizo de barro. ---------Después de una cena con costillas de Cordero que estaban para chuparse los dedos…pero de las manos…. no confundirse. Se metieron en el coleto dos cafés Brasil con sendas copas de Ron Antioqueño que les hizo poner en estado de Gracia. La noche se presentaba de put. madr. -------Tan pronto como ella se quedó en cueros al Constantino se le pusieron unos ojos como faros de Camión. Ella, al ver como había perdido el color le pregunto sonriendo si podría terminar con aquel banquete solo de Príncipes. Por fin logro balbucear diciéndole que aquello era lo más bello que había visto en su vida. -- Ella que estaba más juguetona que un gatito con un ovillo de hilo se montó encima y le puso en la boca su hermosa y suculenta mata de vello que le rodeaba su panocha. ---Después se puso a reír por el efecto que hacía pareciéndose a un Santo con toda la Barba. ---Constantino ya recuperado le apartó todo aquel matorral de vello y le metió su lengua dentro hurgándole las entrañas. El olor a bacalao lo emborracho como si fuese un vino de 15 grados de por allá de Cariñena. Su tranca se le levantó apuntando el techo como un cañón de bajel Pirata dispuesto a cañonear las naves que fuesen necesarias para saquearlas. Ella al ver aquella cosa tan robusta y caliente se dejó caer encima para que le entrase hasta el fondo. Después se puso a cabalgarlo con todo su frenesí de mujer madura e insaciable. Aquella habitación además del olor a bacalao se llenó de suspiros de placer y medias palabras ininteligibles de goces supremos, hasta que se llegó al desenlace final dónde se junta la desbocada pasión y la lujuria. Ella, al sentir dentro de si aquel torrente de leche caliente se desmayó. Cuando volvió en sí Constantino con el Norte perdido por la intensa Lujuria que lo dominaba la puso en posición de abordaje con el culo levantado y sin miramientos alguno le clavó su tranca el aquella cueva posterior que hizo que lanzase un chillido como una coneja despellejada. Él le fue bombeando su mango cada vez más con su Norte perdido por aquella locura de amor que le hacía recorrer todos los senderos del pecado. -------------Durante los dos días de la estancia en Segovia ambos se entregaron a gozarse sin interrupciones. Su fiebre amorosa continuaba intacta. Tanta, que incluso ni ganas de cochinillo tuvieron. Cuando al tercer día abandonaron el hotelito Alejandra tirando el respaldo del coche hacia atrás emprendió tan largo sueño que ya no despertó hasta que llegó a su calle de las Acacias. -----------Constantino solo pudo continuar dos horas más de conducción. Estaba terriblemente agotado. Entre inquietos sueños revivió su encuentro en el Bus con Alejandra, ...