El Viaje de Fin de Curso 7 - Fiesta en el Palacio - Relatos Eróticos

El Viaje de Fin de Curso 7 - Fiesta en el Palacio

... pintadas de dorado, a las joyas habituales de las esclavas, les han añadido una mordaza de anillo y una cola dorada.

Alice se acerca a nosotros entregándonos la correa de cada una de las esclavas, la de Emma a Omar, la de Amelie a Rania, la de Becky a Noemi, la de Andrea a Selene y por último la de Yulien a mí.

‘¿No asistes a la recepción?’ le pregunto a Alice al ver que se mueve para abandonar la habitación.

‘Lady Yaiza me ha ordenado que vuelva al hotel a prepararlo todo para vuestro regreso;’ me responde Alice con un claro tono de decepción y enfado por no poder asistir a la recepción.

‘Ya me encargaré de compensártelo;’ le digo a Alice acercándome a ella dándole un beso en los labios mientras llevo dos de mis dedos a su coño, ‘Te dejaré jugar con Selene y Noemi;’ le susurro para que nadie nos oiga.

Alice recupera la sonrisa ante mis palabras y sale de la habitación moviendo su culo de forma exagerada, después de unos minutos de divertidas risas nos dirigimos a la gran sala donde se celebra la recepción.

Cuando dos guardias de palacio vestidos con sus trajes de gala abren la puerta doble, hasta yo que ya he asistido a alguna de estas recepciones me quedo parado asombrado ante la cantidad de gente que hay, no menos de quinientos invitados con sus respectivas esclavas. Selene y Noemi tardan en reaccionar, y las cinco esclavas intentan resistirse a ser exhibidas ante tantas personas, por suerte un pequeño látigo en las hábiles manos de Rania las convence rápidamente para que entren en la sala.

Nada más entrar en la sala nos encontramos con Samir y su esposa Dumia, que han traído como esclavas a la fiesta a las gemelas, luciendo tan solo unas correas de cuero sobre sus cuerpos desnudos.

‘No hace falta adornarlas más;’ me dice Samir, ‘Ya atraen la mirada de todos los invitados solo por ser gemelas.’

Mientras Omar y Rania se mezclan enseguida con el resto de los invitados, Selene, Noemi y yo nos mantenemos algo apartados charlando de nuestras cosas, y solo nos vemos interrumpidos cuando alguno de los invitados me reconoce y se acerca a saludarme.

Quince minutos después de nuestra entrada, la música cesa de repente y los invitados se mueven a los lados dejando un pasillo en medio de la sala.

‘Damas y caballeros, demos la bienvenida a nuestras anfitrionas;’ suena una voz.

‘La Princesa Nabila ib Ghazi al Kanaan y su esposa Lady Rosalin Wagner.’

‘La Princesa Yaiza ib Ghazi al Kanaan, heredera al trono del Emirato.’

‘Lady Stephanie Carter, Regente del Emirato y madre de nuestro amado Emir Caleb ib Ghazi al Kanaan.’

Todos los invitados no pueden evitar mirar detenidamente a las cuatro mujeres según van entrado en la sala, algunos de ellos por la importancia de su títulos, pero la mayoría hipnotizados por la belleza y elegancia de todas ellas.

Lady Nabila viste una sencilla túnica azul adornada con dibujos tribales, que se reproducen en los tatuajes que cubren sus brazos y su rostro. Lady Rose vestida con un ...