Chantal camino de la exploración II. Mis primeros - Relatos Eróticos

Chantal camino de la exploración II. Mis primeros

... suficientemente.

Por fin en la ciudad de Frankfurt an Main, en un hotel en la zona comercial que ya conocía de otros viajes. Sabía que tendría tiempo después de las diferentes reuniones de trabajo para poder buscar un buen encuentro sexual. Solo quería sexo, sexo duro, no afecto, ya lo tengo y mucho por parte de mi marido.

Los primeros días de trabajo me vi obligada a las clásicas cenas de la compañía, con otros compañeros y algunos clientes por lo que no tuve demasiado tiempo para mí

Sabía, sin embargo que al final tendría tiempo para mis planes y así fue

Una de esas tardes, después de la comida, me fui a pasear por el centro comercial de la ciudad, zona del Zeil, para hacer tiempo e ir de tiendas a comprarme algo, estaba muy excitada pensando que unas horas más tarde saldría a la búsqueda de un amante. Al llegar ya al atardecer al hotel, fui directamente al bar a tomarme una copa que me tranquilizara un poco. Iba vestida con un traje chaqueta y falda hasta por encima de las rodillas, propios de las reuniones de trabajo que había tenido, pero estaba bastante sexy

No tardó demasiado en sentarse un hombre a mi lado, mediana edad, típico traje de ejecutivo, posiblemente también de trabajo en la ciudad y establecimos una pequeña conversación mientras me invitaba a un segundo coctel, pero a pesar de ser atractivo, quería otro tipo de persona para mis primeros cuernos a mi marido, me despedí educadamente aduciendo que estaba muy cansada y que tenía una cena de trabajo y subí a mí habitación a tomar una ducha relajante y prepararme para mi salida en busca de sexo

Abrí la maleta buscando un vestido especial que me había traído exprofeso para esta situación. De color negro, ajustado, con un buen escote para que se pudiesen mostrar al máximo mis exuberantes pechos, corto, muy corto para enseñar mis esbeltas piernas, me puse un collar de color rojizo intenso para contrastar con mi vestido negro y decidí no ponerme ropa interior y así poder sentir el frescor de la tarde noche en mis piernas y en mi sexo ya húmedo al verme tan excitada y provocativa, me cubrí con una gabardina hasta las rodillas y espere a estar fuera del hotel para pintarme los labios

Sabía lo que quería, no tenía ninguna duda por lo que me dirigí a la zona caliente de la ciudad, sabía que cerca de la estación central, la Hauptbahnhof, había multitud de sex shops y prostitutas en los pisos superiores

Cogí un taxi para acercarme a la zona escogida y al salir del taxi aproveché para guardar la gabardina en mi bolso y acercarme a la zona, había muchos hombres en los sex-shops y algunos subían y bajaban desde los pisos superiores. Estaba totalmente excitada al saberme muy atractiva así que a medida que me acercaba diferentes hombres se aproximaron a mí intentando una conversación, pero no había llegado el momento, antes quería entrar en los diferentes sex-shops y subir a ver a las prostitutas

Me decidí y subí las escaleras hacia donde estaban las habitaciones de las ...