1. Maricela, la madura


    Fecha: 06/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Ya les platiqué de Maricela la madura sexy que me cogí, pues aquí les traigo un nuevo encuentro sexual con ella.
    
    Habían pasado unos meses desde que me la comí, nos escribíamos muy seguido.
    
    Honestamente no pensé que eso se repitiera ya que con lo del pleito con Ivette y su distanciamiento creí que esa noche sería la única que pase con ella, pero algo ocurrió.
    
    Ella se ponía celosa y me reclamaba cuando me veía con Ivette y con Estela, de hecho, Estela le contó lo que pasó entre nosotros y más me reclamaba, que como seguía saliendo con ellas y a ella solo la utilicé, yo aprovechaba eso ya que le sacaba fotos de su rico cuerpo.
    
    Y es que, a pesar de ser tan odiosa, era muy mensa y caía en mis juegos, así que ella me invitó a su departamento a cenar, así que acepté.
    
    Al llegar su puerta estaba abierta y me dijo que pasara, yo entré y de inmediato ella me dijo que entrara a su cuarto al entrar vaya sorpresita, ella estaba acostada con una lencería negra muy excitante.
    
    M: ¡Ven aquí papi! te estaba esperando.
    
    T: ¡Guau!! Oye pero que pasa aquí porque esta así??
    
    M: ¿No te gusta? porque puedo quitarme lo que traigo si quieres!
    
    T: Claro que me gusta, ¡pero no pensé que sería tan rápido esto!
    
    M: ¡Pues ya te estas tardando papi!
    
    Sin decir más me lancé sobre ella, comencé a besarla salvajemente mientras le acariciaba sus piernas, le mordía los labios y su cuello.
    
    Ella me mordía a mí, mientras poco a poco me fui quitando la ropa, los besos eran muy intensos, comencé a jugar con sus pechos duritos y firmes, los apretaba suave y luego duro, jugaba con sus pezones mientras ella me acariciaba el pene.
    
    Maricela andaba muy caliente, no sé por qué, pero que fortuna sentía el ser el elegido para desahogarla.
    
    Yo seguí dándome gusto con sus pechos, se los comencé a chupar, lamía los pechos que sabían rico y mordía suave sus pezones.
    
    T: ¡Que tetas!!
    
    M: Si, pruébalas toditas.
    
    Ella gemía y me acariciaba con sus pies, yo seguía comiéndome sus tetas mientras mi mano llegaba a su jugosa vagina.
    
    Comencé a bajar mi lengua por en medio de sus pechos hasta llegar a su pelvis, la cual se estremecía cada vez que mi lengua la rozaba.
    
    Le quité la tanga y comencé a comer de su tesoro, ella se convulsionaba de placer, tenía su conchita rasurada así que se sentía suave, comencé a jugar con su clítoris y mientras le metía un dedo con mi lengua la hacía seguir gimiendo de placer.
    
    M: ¡Dios!!! ¡Qué rico, uhm!!
    
    T: Que hermosa concha, ¡sabe delicioso!
    
    Después de juguetear un rato con su jugosa vagina y lograr que tuviera un orgasmo, me puse de pie ya que era su turno.
    
    Pese a que ella es de alta sociedad, eso no le quitaba lo puta y ramera que es, ella estaba si para que me alejara de las otras, pero no me importaban sus intenciones, solo disfrutaba sus mamadas.
    
    Como desesperada comenzó a tragar mi verga que poco a poco se fue poniendo dura, yo observaba como comía mis 17 cm de carne venosa, me gustaba como su lengua jugaba ...
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