1. El colegial y el vagabundo, parte 2, trío con un Senegalés


    Fecha: 09/12/2019, Categorías: Gays Autor: Anonimo, Fuente: SexoSinTabues30

    A la semana siguiente de aquel lunes, primer día de clases y primera vez que me cogieron de colegial por ese vagabundo Ramón que moraba una casa abandonada, pase otra vez volviendo a casa del colegio, temprano otra vez, porque se había suspendido el turno tarde, por enfermedad de la profe.
    
    Venía de mi colegio privado con mi uniforme casi nuevo, estrenado la semana anterior, y que estreno! (ver parte 1, … «El colegial y el vagabundo, Debut y desvirgue»), era primera hora de la tarde, tipo 13.30, y pase por esa casa abandonada adonde la semana anterior este muchacho vagabundo de 28 años me había desflorado y roto el culo por primera vez.
    
    Ya me había recuperado del dolor de cola por la penetrada sufrida por la enorme verga negra de Ramón, ya estaba mejor y solo sentía una leve picazón en la zona anal, pero con una pomada específica se calmaba y curaba.
    
    Mi uniforme lucía como nuevo otra vez, lo había lavado bien varias veces, y el finde mi madre me lo planchó prolijamente, así que lucía de nuevo impecable. Además los zapatitos Kickers nuevos no los había vuelto a usar esa semana pasada para preservarlos como nuevos, puro fetichismo, y hoy me los puse otra vez, segundo uso, los había lustrado con esponja siliconada y brillaban como nuevos otra vez luego de las pisadas de bautizo de Ramón ese día de estreno en la casa vieja con sus All Star de lona reventadas…
    
    Al pasar por la casa sentí de nuevo chistidos y miré hacia adentro, estaba Ramón en la puerta, como aquella vez primera, me llamó y entré, primero controlando que nadie mire y me vea entrar, como los pastos estaban muy altos en la vereda, eso evitaba curiosos indeseables…
    
    Ramón, para mi gusto y atractivo, vestía tal cual la semana anterior, es decir la remera negra desteñida, rota y manchada del trabajo de pintura y albañilería, los jeans desflecados y sucios, rotos en las rodillas, y las converse all star de lona, cada vez mas sucias y rotas porque las usaba en sus changas de pintura y albañilería por el barrio.
    
    Me invitó a pasar elogiando de nuevo mi uniforme y zapatos nuevos como el lunes anterior, al pasar a su lado me manoseó y me tocó la cola, me rodeó el hombro con su brazo atrayéndome contra su cuerpo, y me dijo…
    
    «Hola lindo, volviste a seguir con lo que empezamos no?… pero hoy te tengo una sorpresa, hay un amigo conmigo que quiere probarte también, le conté todo y está deseoso de conocerte y probarte también, querés dale?… pasa dale lindo colegial rubiecito…»
    
    Y entrando a la galería que seguía al traspasar la vieja puerta de chapa oxidada, noté que había un muchacho sentado a la mesita de madera vieja que estaba en medio de la galería, era un hermoso muchacho negro africano, negro ébano de verdad, sería un poco más joven que Ramón, difícil de saber por su raza para mí, pero tenía cara de pendejo, con unos enormes y gruesos labios negros que llamaban la atención, me lo presentó Ramón…
    
    «Andresito, te presento a mi amigo Nelson, es un joven adolescente de 19 años, ...
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