Kales: quien lo diria. - Relatos Eróticos

Kales: quien lo diria.

... esa era la razón) yo me reí que lo divertido que sería eso mi novia y mi mejor amigo peleando por mí, cuento amor (puro interés) jajaja aunque me lamente que Liz no hubiera ganado pues estaría a solas con ella y quién sabe si pasaría algo más.

Así que le dije que ok está bien y me dio todos los apuntes y que el fin de semana vendría a mi casa y comenzaríamos el trabajo, posterior a eso lo invite a comer, en casa no había nadie pues estaban trabajando y a mí me gusta cocinar así que nos dispusimos a preparar algo, me provoco comer hígado de res encebollado, sé que a la gente no le gusta mucho pero a mí siempre me ha gustado, y hubieran visto la cara que puso marcos al postular el platillo como almuerzo literal me dijo todos los beneficios de un plato de arroz con pollo, ósea no es que no me guste esa comida pero prácticamente esa era su comida favorita y el sería feliz comiéndola todos los días, así que llegamos a un consenso y preparamos espagueti con carne molida (ese día nadie comió lo que quería)

Caleb: arco (así le llamaba yo a veces) saca la carne que está en la nevera

Mientras él se dirigía a sacar la carne de la nevera yo estaba cortando unos aliños para la preparación, yo lo hacía tranquilamente pues el cuchillo y yo nunca nos hemos llevado bien y mis dedos son testigos de eso, en ese momento él se hallaba en un dilema, pues no encontraba lo solicitado y me pregunta donde está a lo que yo respondo que debe entrar al final del frízer, pues mi mama había hecho unas compras y esa carne estaba desde la semana pasada y pues al poner cosas nuevas simplemente lo pudo haber movido al final, y así fue pero yo no contaba que mi mente y el cuchillo armarían un complot sanguinolento en contra de mi índice izquierdo, generando un caos de gritos y alaridos, tirando todo al piso por parte de su servidor, a lo que inmediatamente marcos sale disparado a socorrerme y al hacerlo se resbala con un tomate, cayéndome de frente encima y cayéndonos al piso, al caer de frente y por el shock nuestros rostros se a linearon y por inercia quedamos quietos, quedando juntos nuestros labios, yo como estaba debajo de él y a la vez, sorprendido por la curiosa situación me quede pasmado viéndolo a los ojos, y el igual me quedaba viendo, pero el dolor pudo más y con ambas manos intente apartarlo y rodando mi cabeza a un Angulo de 90°.

Caleb: marcos quítate rápido.

Marcos: q que, ah! Si (y se movió por fin)

Yo como pude, si, hacer mucho esfuerzo en mi mano izquierda lo aparte también pero sin querer manche su camisa con mi sangre y me senté en el suelo observando la herida (debo decir que la sangre es escandalosa salía a borbotones de mis dedos) yo sentía que me bajaba la presión y tuve un lapsus de llanto (todo era por las impresiones del momento). Yo solo oí los alaridos de angustia de marcos al observar mi sangre en el suelo y le dije que se calmara que el herido era yo y así lo hiso, inmediatamente me trajo un pedazo de tela y me hiso presión en la ...