1. Anal a Carolina


    Fecha: 05/04/2019, Categorías: Anal Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Le acariciaba sus piernas con suavidad, ella solo me miraba y sonreía, me dejaba darle masaje en sus pies, los besaba, mi lengua también recorría sus pantorrillas hasta el inicio de sus muslos, esos muslos carnosos de color blanco que cada día se ponían más duros.
    
    Ella traía su minivestido floreado, con el cual hipnotizaba a todos, mostrando su bien trabajado físico.
    
    Ese día fuimos a cenar mariscos, pero mi intención era cogérmela nuevamente, ya que sabía que tendría posibilidad de gozar su riquísimo cuerpo nuevamente y es que ella había quedado encantada con el trabajo que le hice aquella primera vez.
    
    Regresando a donde estaba, ya me había despojado de la camiseta, ella me acariciaba la espalda mientras con mi boca la despojaba de su tanga, siempre había tenido la fantasía de darle sin que se quitara sus mini vestidos y ese día quería cumplirla.
    
    L: ¡Que rica vagina!
    
    C: ¡Haz lo tuyo!
    
    Comencé a devorar su vagina, mi lengua lamia con suavidad sus labios vaginales, le daba de besos en los muslos y llevaba mi lengua de ahí hasta su clítoris, lo lamia con velocidad, ayudado de mi mano se lo apretaba y estimulaba con fuerza su pivote, ella me acariciaba la cabeza, le comencé a apretar las tetas por arriba de su vestido, ella tarto de quitárselo, pero yo se lo impedí, quería cumplir mi fantasía, quería darle pito con todo y su ropa sensual.
    
    C: ¿Porque no me dejas quitarme la ropa?
    
    L: ¡Porque así te quiero dar!
    
    C: ¡Jajá, pero se va a manchar!
    
    L: ¡Te compro otro vestido!
    
    C: Hay Luisito, ¡eres tremendo!
    
    L: ¡Y tu una diosa Carolina!
    
    Bajé la parte que cubría sus pechos y los comencé a morder, me encantaba ahogarme en medio de sus firmes tetas, ella gustosa apretaba mi cara a sus duras tetas, mordía sus pezones, con mi mano la masturbaba, me encantaba frotar su clítoris y sentir su humedad, nos besábamos muy rico, le mordía su labio ella el mío, su cuello también era probado por mí, me quito la trusa y empezó a jugar con mi verga, ahora yo estaba acostado mientras ella exploraba debajo de mi ombligo.
    
    C: ¡Me encanta, mmm!
    
    L: ¡Uff, si así, sigue!
    
    C: ¡Sabes delicioso!
    
    L: ¡Agh, que rico lo haces!
    
    Carolina continuaba mamando maravilloso, succionaba mi verga hasta ahogarse con ella, subía y bajaba de forma magistral, le apretaba la cabeza para dejarla sin respirar, mi verga salía llenísima de saliva de su boca, luego ella solita se empujaba todo lo que podía, tomándola de su cabeza empecé a mover mi pelvis, ¡le estaba follando su boca muy rica!
    
    L: ¡Así nena, que maravillosa eres, uhm!!
    
    C: ¡Agh, esta rica tu cosa!
    
    L: ¡Es tuya nena, devórala!
    
    C: ¡Asi, mmmm!
    
    L: Uf, mamacita, si así, ¡agh!!
    
    Subió su vestido a su cadera y subió a cabalgarme, se ensartaba riquísimo, movía su cadera maravillosamente, yo acariciaba sus tremendas piernas y metía mis manos debajo del vestido para cariar su abdomen, ella hacia sus mejores movimientos de cadera, ¡un momento se puso en cuclillas y se dejó caer en sentones ...
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