Vacaciones con mi prima: La insinuación
Fecha: 29/11/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: krixus, Fuente: CuentoRelatos
... río, y yo también.
Ella: ¿Qué te parece si nos metemos hasta lo hondo?
Yo: Va que va.
Ella: Pero me agarras porque no quiero que una ola me vaya a llevar.
Yo: No te preocupes, Pam. Si quieres dame la mano.
Una vez que me dio la mano, caminamos mar adentro como si fuéramos pareja. Fue bastante interesante ese momento. Porque yo la quería abrazar por atrás, y pegarle mi pene entre sus grandes nalgas.
Ella: Oye, primo. Gracias por acompañarme a este viaje. Te quiero mucho.
Yo también te quiero, prima. Luego le di un beso en la mejilla mientras mis manos se posaban en su cintura. Entonces ella me abrazo, y luego me dijo al oído – perdón por no querer modelarte el traje hace rato. Es que ese iba ser una sorpresa para mi novio.
Tranquila, Pam – Le dije mientras nos abrazamos cubiertos hasta el pecho por el mar.
Ella: ¿Te puedo preguntar algo?
Yo: Si, claro.
Es algo muy personal – me dijo mientras se separaba del abrazo (aunque todavía me estaba agarrando de las dos manos).
Yo: Pregúntame lo quieres. Es más, vamos hacer un trato… todo lo que hablemos se va quedar entre nosotros ¿va que va?
Y también lo que hagamos – Me dijo pícaramente.
Yo: Si, Pam. Lo prometo.
Ella: De acuerdo. Aquí voy… ¿Tú has tenido muchas relaciones sexuales?
Yo: Más o menos… ¿Por qué la pregunta?
Ella: Es que cuando estaba con mi novio o más bien mi exnovio, no sabía hacerle sexo oral, ni tampoco sabía cómo excitarlo, e incluso una vez me pidió sexo anal, pero yo me negué. Ya que soy muy inexperta en ello.
Yo: ¿Y por qué no viste una película porno?
Ella: Una vez vi una, pero no me gusto. Los penes de los hombres estaban exageradamente grandes y la bubis de las mujeres también.
Pues esa es la idea, Pam. El porno es así. Te tiene que entretener y excitar. Y entre más grandes sean esas cosas, mejor. Bueno, a nosotros los hombres no nos gustan ver esos penes gigantes. Solo nos gusta ver las tetas, el culo y coño de las mujeres.
Ella: Yo siento que un pene de ese tamaño me atraviesa todo mi cuerpo,
Mientras yo me reía por su comentario. Una pequeña ola nos golpeó. Y aunque seguíamos agarrados de las manos, yo intenté abrazarla fuertemente. E incluso puede tocar sus pechos. No sé si ella lo sintió, pero fue genial.
Ella: ¡Wow!... Estuvo fuerte esa ola. Espero que no nos vaya jalar el mar.
Yo: Si quieres te puedo abrazar.
Ella: Me encantaría. Sirve que también se me quita el frio. ¡Ven! abrázame por la espalda.
Entonces ella se volteó y yo la abracé. Mi pene estaba pegado a sus nalgas y mis manos estaban en su vientre junto a las de ella. Segundos después, ella me dice – espero no nos vaya a picar algo debajo del agua.
Yo: No te preocupes, yo te protejo. Y en caso de que te picara algo, yo te chupo el veneno.
Y si me llegará a picar en una nalga o en mi muslo… ¿te atreverías? – Me preguntó mientras se pegaba más a mí.
Yo: si tú me das permiso: por supuesto. Usaría mi boca para volverte hacer sentir ...