Almita, al día siguiente - Relatos Eróticos

Almita, al día siguiente

... vergota papi

-y que más te gusta de papi?

-tu lechita

-donde?

-en mi boquita

-ahorita no bebé,te voy a echar la leche bien adentro en el culo

Con eso le deje ir la verga,despacio, centímetro a centímetro asta que la tenía otra vez bien penetrada a mi hijita,otra vez,completamente le metí la verga, despacio se la saque y despacio se la volví a meter,jamás imaginé cojerme a una niña de seis años por el culo,mucho menos que esa niña fuera mi propia hija,la sensación era increíble,era una perversidad pero no me importaba,me estaba cojiendo a mi hijita Alma por el culo y era todo lo que tenía en la mente, miraba como mi verga desaparecía en su culito después de sacarla,las ganas de venirme crecían con cada embestida que le daba a mi hija,la tome por la cinturita y como muñeca sexual me la comencé a cojer más y más recio,Almita solo se mordía los labios,tratando de aguantar las embestidas que su papi le daba,mi hijita gemía y pugia tratando de aguantar las ganas de gritar pero fue en vano,Almita empezó a gritar ahhhh,ahhhh,ohhhh,agghhh,aayyyy ahhh

Sus gritos me enardecieron más y con más ganas le empecé a dar más duro,no me importaba que fuera mi hijita o que apenas tuviera seis añitos,solo quería venirme bien adentro se ese culito,

Al poco rato los gritos de Almita fueron disminuyendo y me di cuenta que ya lo estaba disfrutando,a mi hija le estaba gustando, tenía los ojitos cerrados pero tenía una sonrisa bien pícara cada vez que se la sacaba y se la dejaba ir toda

No pude contenerme y le pregunté

-te está gustando que te coja así Mija?

-siii,

-vas a ser igual de puta que tú madre,

Y se la metí toda

-siii papi,metemela toda

Jamás imaginé que mi hijita fuera capaz de hablar así y de esa manera

-eres una puta Alma

-siii papi,quiero ser una puta como mi mami

Con esa respuesta como por arte de magia y sin querer, me vine,le empuje la verga lo más que pude y me vacíe dentro de mi hijita,Almita apretaba las nalguitas cada ves que sentía mi verga convulsionarse dentro de su culito haciéndome venir aún más,abraze a mi hijita mientras que la verga se me bajaba dentro de ella,le voltie la carita hacia mi,la bese en la boca y le dije lo mucho que la amaba

Almita me dijo que ya tenía hambre y ya siendo medio día pensé llevarla a comer.

Nos bañamos juntos, nos besamos nos abrazamos y le dije otra ves lo mucho que la amaba y como ya estábamos cojiendo,no le dije que hacíamos el amor,no,le dije que cojiamos,por lo tanto ya era mi vieja,y como mi vieja ya tenía que cojer conmigo todos los días o a cada rato que su madre anduviera de puta por ahí,Almita con una gran sonrisa en la cara acepto ser mi vieja y cojer conmigo cada ves que estuviéramos solos.

Bueno ahí los dejo por ahora,tengo que llevar a Almita a comer