Amor de hermanos (IV) - Relatos Eróticos

Amor de hermanos (IV)

Los días pasaron desde esa noche en casa de Zulema, ella ya no nos dirigía la palabra, era lo de menos, nosotros 4 nos habíamos unido mucho desde entonces, un día íbamos a ir a comer los 4 juntos, mamá y papá nos llevaron al restaurante donde nos veríamos y de ahí ellos se irían al aeropuerto, vendría un familiar de visita, nosotros volveríamos hasta en la noche, llegamos al restaurante y estuvimos esperando cuando Betzy mando un mensaje, al parecer estaba resfriada y Julieta había ido a verla Así que no podrían ir, decepcionados decidimos salir de ahí, tomamos un taxi a la casa pensando que nuestros padres ya habrían llegado, sirve y conocíamos a ese familiar misterios que veía de lejos. Al llegar a casa vimos que el carro de nuestros padres estaba en la cochera así que imaginamos que en efecto ya estaban en casa, al entrar por la puerta de la casa no vimos a nadie en la sala pero estaba la tele prendida, así que subimos a nuestra habitación Y fue cuando escuchamos un ruido bastante familiar, nos dimos cuenta que nuestros padres estaban teniendo sexo en su habitación, no hubiera habido problema de no ser porque se escuchaba la risa de otra mujer distinta a mamá, lo que nos hizo pensar que nuestro padre la estaba engañando, yo me sentí molestó así que abrí de par en par la puerta de su habitación y lo que me encontré definitivamente no me lo había imaginado jamás. Nuestro padre estaba acostado en su cama completamente desnudo mientras que nuestra madre estaba sentada en su rostro de la misma manera desnuda, al mismo tiempo una mujer cabalgaba la verga nuestro padre, ellos hacían un trio de forma intensa, tanto que hasta nosotros nos sentimos abochornados, mamá solo gritaba como una puta -ahh ahhh siii mi semental! Dame más duro! Así! Cogete a tus putas!!! La otra mujer no se quedaba atrás -ooh por dios, que cabron!!! Tu verga no ha perdido nada de fuerza!!! Ahh shhh lléname de leche cabron! Entonces nos sentimos muy excitados, nos quedamos parados en la puerta viendo esa escena, vi que Artemisa se llevó la mano a su conchita, yo perdí el tiempo y me saque la verga, ella lo vio, nos apoyamos en el muro y empezamos a masturbarnos, Artemisa tomaba mi verga en sus manos y la estaba pajeando, yo metía mis dedos en el coño mojado de mi hermana, eran nuestros padres pero la imagen era muy morbosa, además la otra mujer estaba de epsanas, se veía que tenía unas nalgas tremendas, solo se veía como caían en la verga de papá quien por cierto estaba bien dotado, mamá se veía increíble, jamás la vi con morbo hasta ese día, tenía unas tetas de muy bien tamaño, más grandes que Artemisa, más o menos del mismo tamaño que las de Alicia, brincaban y brincaba al ritmo de nuestra madre cabalgando la cara de papá, ambos estaban absortos en su placer que no notaron que nosotros estábamos viéndolos y nos masturbabamos, entones sentía que mi leche salía a chorros y Artemisa tenía un orgasmo riquísimo, tanto que dio un fuerte gemido, fue cuando nuestros padres se ...