1. METAMORFOSIS 166


    Fecha: 14/11/2019, Categorías: Gays Autor: Betelgeuse, Fuente: SexoSinTabues30

    ... una mano la llevó a la entrepierna, jocosamente pensaba en el traserito del “niño”, ese pene era dueño de aquel ano infantil.
    
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    La cortina de ventana del cuarto se deslizaba, unos atentos ojos miraban los movimientos de Venancio, caminaba lento luego de instantes haber salido de la habitación de Luciano, su manitos metidas por detrás del ajustado short remendado rascaban su traserito y también los dedos se deslizaban por la separación de los glúteos, luego los sacaba y los deslizaba por la nariz oliéndolos, antes el pene de Luciano había recorrido ese lugar intimo por el que también había dejado semen siendo desplazado con papel higiénico, Luciano desde la ventana sonreía satisfecho por lo que minutos antes había hecho sexo con el niño, aentado en la ventana mirando caminar a Venancio se manoseaba el pene vestido por el calzoncillo que llevaba puesto, vio entrar al niño a su casita, tiempo después la madre del niño llegaba presurosa a la casa, Luciano desde la ventana vio a la mujer que salía algo arreglada para su condición social, llevaba de la mano al pequeño Venancio, arrimada al marco de la puerta estaba Amaranta despidiendo a su madre y hermanito, Luciano vio que la niña se rascaba la vagina vestida, la niña de siete años estaba desaliñada, entró cerrando la puerta, Luciano se acordó de la visita que tendría en pocas horas, alguien muy especial, fue a ducharse, mientras deslizaba el jabón por el cuerpo escuchó el claxon de bicicleta, sonrió, se imaginó quien era la persona que hacía el sonido, volvió a sonreír ahora más fuerte, una vez puesta su ropa se sentó junto a la ventana, vio la bicicleta arrimada al árbol, pensó algo, sonrió, su cara brillaba por la idea pensada, sigilosamente caminó por los alrededores de la casita, los gemidos hicieron acercarse al lugar deseado, en aquel cuartucho estrecho muy humilde habían dos camas pegadas y un colchón en el piso, allí estaban los cuerpos desnudos de Amaranta de siete años y encima alzando y bajando la cadera con el deseo de que el pene de Reginaldo de diez años se deslice por el traserito de la niña que gemía sintiendo el peso y esos movimientos sexuales del niño, Luciano estaba muy atento a todo viendo por la ventana corrida la cortina, la niña se dejaba llevar por los movimientos del niño, Luciano vio ese pene grueso para esa edad, le atrajo mucho ese tamaño, se llevó las manos al pene vestido viéndolos a los niños hacer el amor, ese trasero que se alzaba y bajaba le atraía con ansiedad apretándose el pene vestido, la niña se sujetaba a los hombros del niño, al rato quedaron quietos, Luciano vio el pene de Reginaldo que se apartaba de donde antes se había deslizado sobre la piel de los glúteos de la niña, se paró junto al colchón agitando el pene, vio a la niña acostada de cara al cochón, lentamente dio vuelta quedando su cuerpo de cara al techo, Luciano vio la vagina aún lampiña de la niña, Reginaldo la vio y estiró la mano para que se levante, así parados sus manos ...