1. Ojos


    Fecha: 10/11/2019, Categorías: Incesto Autor: neko534, Fuente: SexoSinTabues30

    No importa quien yo sea… da lo mismo si soy hombre o mujer… lo que importa realmente… es lo que miro, lo que soy capaz de vislumbrar mientras los demás corren acelerados… tengo a alguien en mi vida, como todo el mundo y me veo «normal», como todo el mundo, pero tengo un «apetito» especial… algo que ni siquiera la persona que duerme todos los días conmigo, a mi lado, conoce… me gusta mirar… mirar lo que los demás esconden, mirar lo que hacen a solas, sus placeres, sus vicios… soy la «sensación» de sentirse observado, soy la persona que viola tu intimidad mientras te sientes seguro… soy voyerista…era muy joven cuando empezó, pero recuerdo muy bien el cómo… una revista pornográfica del hermano mayor de un amigo, eso despertó una curiosidad casi enfermiza… nunca había visto a nadie desnudo en mi vida hasta ese día, los cuerpos húmedos y aceitados, los pezones erectos de las mujeres, las vergas gruesas escupiendo semen, las bocas silentes de las fotos suspirando placer… todo eso me dio vueltas en la cabeza, no podía borrar esas imágenes de mi mente… una noche desperté al baño, pase por la habitación de mis padres y volví, me quede mirando al techo tratando de dormir, mientras lo hacía, escuche unos ruidos, al principio pensé que solo estaba imaginando cosas, pero note que ese sonido tenía un ritmo, tome un poco más de atención… pude escuchar respiros acelerados entre gemidos casi silentes, no sabía de donde venían, me senté en la cama, mire hacia el muro que separaba mi habitación con la de mis padres, «¿Serán ellos?», pensé… despacio me acerque al muro, puse mi oído en la pared para escuchar mejor, lo primero que se me vino a la mente fueron las imágenes de la revista… «¿Eso están haciendo?»… pasaron los días, con todas las cosas que hacia se me olvido lo que paso esa noche, pero una tarde… estaba con mis amigos conversando en una plaza, me dio mucha sed y como estaba cerca de casa fui a beber agua, pensé que la casa estaba sola, pero al llegar, escuche ruidos… parecidos a los de esa noche… algo se prendió en mí, una curiosidad morbosa… fui caminando sin hacer ruido a la habitación de mis padres… a cada paso que daba los sonidos se hacían más fuertes… el rechinar de la madera, los gemidos suaves casi inaudibles, el respirar agitado, como de animales que se escondían en el bosque… mientras más me acercaba, mas ansioso me ponía, cuando llegue a la puerta de la habitación, me detuve un momento… estaba seguro de lo que iba a ver, pero nunca imagine lo que iba a pasar…
    
    En la cama, estaban ellos, mis padres haciendo «eso» que tanto me llamaba la atención, él estaba encima de ella, podía ver su trasero desnudo, sus piernas fuertes apoyándose en la cama, empujando con fuerza, sus testículos subían y bajaban al ritmo de una canción sin nombre, las piernas de ella estaban en alto, tiritando en cada embiste que le daba… podía ver su verga gruesa entrando una y otra vez, los labios de su vagina hinchándose de el cada vez que lo hacía, las gotas de semen y ...
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