1. Las aventuras de Karim


    Fecha: 08/11/2019, Categorías: Dominación / BDSM Gays Incesto Autor: Karimrere, Fuente: SexoSinTabues30

    Aunque desde siempre me encantó leer los relatos de ésta y muchas otras páginas, nunca me animé a contar las historias de mis experiencias ni las de la persona que más quise y que hace poco perdí, víctima del cáncer. En honor a él y a las múltiples historias que tuvimos antes de conocernos y las que tuvimos estando juntos es que ahora me animo a comenzar a escribir, no sólo de mi historia, sino que en un futuro hablaré de la suya también.
    
    Por mi parte, soy un chico normal, «carilindo» dicen, porque soy blanco, de ojos grises verdosos, con mandíbula cuadrada y una barba que si bien suelo recortar, dicen me da un porte masculino. Tengo 36 años, mido 1,78 metros y no tengo idea de mi peso aunque tengo cuerpo de lo que estereotipa la mayoría como «nutria» (ni gordo ni flaco). Mucho tiempo hice deportes y fui al gimnasio y aunque ya hace varios años que no hago dichas actividades, mantengo la espalda ancha y las piernas y nalgas redondas que con tanto esfuerzo logré obtener.
    
    A continuación les narraré a través de varias anécdotas, cómo poco a poco pasé de un niño inocente a un sátiro sin límites por el placer.
    
    Mi primer contacto sexual fue a los 8 años cuando Rafa, el hijo mayor de mi padrastro (que en ese momento tenía 11 años), una noche me preguntó que si sabía hacerme «la paja». Cómo hasta ese momento fui muy inocente, le dije que no y él me enseñó lo que había que hacer, asegurándose de no tocarme y me explico con palabras lo que era «una mamada» y «coger una mujer».
    
    Todas estas explicaciones revolucionaron mi mente y sobre todo el placer que sentí con esa primera paja comenzaron a despertar en mi la curiosidad de saber más de todo el tema sexual.
    
    Un par de años después con tres primos, Daniel que ya tenía 15, Agustín de 13, Ramón de 8 y yo con 10, jugando a las cartas y por idea de Daniel, comenzamos a apostar y el que perdía debía meter y sacar de su boca la verga del ganador un cierto número de veces. He allí cuando recibí y di mis primeras andanzas en el sexo oral. Hasta ese momento nunca había tenido ningún contacto con el semen hasta que en un momento que perdí y Agustín ganó, en mitad de la «penitencia», Agustín comenzó a soltar un chorro de líquido que en su momento pensé que era orina y que ni siquiera él sabía que podía arrojar. Allí Daniel nos explicó lo que era eyacular y se masturbó delante de nosotros para que lo viéramos. Los demás veían con recelo pero yo no podía evitar mirar con atención su verga de unos 16×5 soltando varios chorros de ese líquido blanco y muy espeso que luego trató de frotar en nosotros como especie de maldad y que rechazamos corriendo del cuarto dónde jugábamos.
    
    Cada vez que venían las vacaciones de verano repetíamos los cuatro el juego y aunque Daniel intentó que en algún momento avanzáramos a apoyar la verga en el culo del otro, nunca nos atrevimos aunque poco a poco pudimos ir viendo cómo nos crecía la virilidad a medida que nos desarrollábamos y nos sentíamos sementales. Cuando tenía 14 ...
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