Me gusta exhibirme a los amigos de mi hijo 3 - Relatos Eróticos

Me gusta exhibirme a los amigos de mi hijo 3

Despues de aquella vez, la fantasia empezo, a asustarme. Ademas de sentirme muy caliente durante casi todo e/ dia, sentía que estaba perdiendo el control y el solo pensar en volver a exhibirme me asustaba.

me quería tocar a toda hora y a verdad siento que el hecho de sentirme tan cómoda con mi físico Tuvo mucho que ver con mis acciones.

En fin. Al siguiente fin de semana, escuché en la noche como mi hijo llego a casa con otras voces, sentí caliente ahí abajo combinado con adrenalina.

Me quise asomar para ver quienes habían venido, pero escuché pasos que subían las escaleras y regrese rápidamente a la cama sin cerrar la puerta de mi habitación, traía puesto un short pequeño y una blusa vieja, pero dejaba ver mis piernas, lo cual fue Suficiente para hacerme sentir provocadora.

Fingi, estar dormida boca abajo y procure no taparme con la sábana para dar una mejor vista. los pasos se acercaron con prisa y vi una siluta asomarse por la puerta de mi cuarto. Era mi hijo.

Senti entre decepción y verguenza. Con voz evidentemente de que estaba tomado me pregunto si ya estaba dormida y le contesté que no, me aviso que ya había llegado y que sus amigos estaban en la casa, por lo que me cerraría la puerta de la habitación. Yo le agradecí y solo escuché como cerraba la puerta.

Se me bajo la calentura en un instante, me sentí apenada e incluso me cuestioné todo lo que estaba haciendo y todo lo que había pensado durante las últimas semanas.

Traté de dormirme y casi lo lograba, hasta que me llego un mensaje. Sentí mariposas en el estómago, era Alex, me pedia disculpas por si hacían mucho ruido y me deseaba buenas noches.

No lo pude evitar y me empecé a tocar, me sentía completamente mojada y poseída por el deseo. Me quite la tanga que traía puesta y tuve una idea.

Me levante de mi cama y con solo una blusa puesta abrí sigilosamente la puerta de mi habitación y me asomé para ver si había alguien, salí al pasillo y me diriji a las escaleras para escuchar un poco abajo.

los chicos platicaban de puras tonterías, pero el solo saber que Alex estaba ahí abajo me ponía a mil , me recargue en la pared y empecé a tocarme ahí mismo, el solo pensar que alguien podía subir y descubrirme casi hacía que me viniera.

Pero hubo algo en su conversación que tomo la atención y me hizo mi parar mi oído. Los chicos le preguntaban sobre una chica a Alex y el se expresaba de ella de una forma humillante, que la había hecho su perra y que ella le decía que era adicta a su pene ( entre otras cosas denigrantes).

El escuchar esto me hizo sentir algo que nunca había sentido, algo combinado entre envidia, miedo y deseo. Me empecé a imaginar que era la chica de la que hablaban y que Alex me hacía todo lo que había dicho que le hizo a ella.

Recupere un poco la cordura y me di cuenta de lo que estaba haciendo, estaba parada en medio pasillo masturbandome como loca con mi tanga en la otra mano.

Y tuve otra idea.

abri la puerta del baño y dejé mi tanga, ...