Pierdo algunas de mis follamigas - Relatos Eróticos

Pierdo algunas de mis follamigas

... lentamente, hasta casi la mitad de mi miembro, se quejo de nuevo un poco pero me diciendome que esperase unos segundos a que se dilatase lo suficiente que continuase.

asi lo hice, seguí metiendo y sacando mi miembro de su ano, poco a poco, hasta que termine por ver como ese culito se tragaba toda mi polla, viendo como mis pelotas hacian de tope, ya se habia dilatado lo suficiente asi que empecé un bombeo un poco mas rapido, Sonia mientras tanto tenia la respiracion muy fuerte, al poco ya gemia como una condenada, como una perra en celo, pase las manos por debajo de ella para ponerla a cuatro patas, la atraje hacia mi, Sonia con una mano retiró su pelo hacia atrás y giró su cabeza de forma que expuso todo su cuello para mi. Comencé a besarlo mientras mis manos acariciaban su cintura y barriga desde abajo, poco a poco subiendo por los laterales hasta llegar a la altura de sus pechos, cogiandola de las tetas, masajeandoselas mientras aumentaba el ritmo de mis embestidas contra su culo, se escuchaba el chapoteo del choque de mi pelvis con sus gluteos debido al sudor que teniamos en nuestras pieles, mientras mi mano izquierda seguia masajeando sus pechos, fui bajando la derecha hasta llegar a su coñito, con mis dedos exploraba vagina y poco a poco fui introduciendo 2 de mis dedos dentro de ella, mientras mis dedos penetrabana su coñito mi polla entraba y salia de su culo, escuche como Sonia gemia cada vez mas fuerte, sabia que llegaria de nuevo otro orgasmo, asi fue, unos minutos mas tarde sonia arqueo mas aun su espalda y entre convulsiones tuvo un nuevo orgasmo a la vez que yo aumentaba el ritmo de mis embestidas. Escuchar como gritaba de placer mas la sensacion de estar penetrando su culo, hicieron que no pudiese aguantar más y explotase dentro de ella a la vez que ella alcanza el climax de su orgasmo, noté como salia mi semen a borbotones dentro de su culo, mientras Sonia tenia convulsiones y movia su culo adelante y atras al ritmo de mi pelvis, una vez descargamos, caimos rendidos sobre la cama.

Estuvimos unas horas en la cama casi sin movernos, casi sin hablar, medio dormidos con su cabeza sobre mi pecho, al final decidimos levantarnos para ir a cenar, nos duchamos juntos, volvimos a hacerlo una vez mas en la ducha y despues de vestirnos nos fuimos a cenar