1. Mi papi me coge en su casa


    Fecha: 31/10/2019, Categorías: Gays Autor: km4zh0, Fuente: CuentoRelatos

    Hola, es increíble que haya cambiado de categoría, nunca creí que me metería de lleno en el incesto, pero me alegro de no haber llegado tan tarde, como muchos saben, soy un ninfómano a mas no poder, me encanta el sexo con jóvenes y maduros por igual, pero con el último encuentro que tuve con mi papá era de esperar que me llenara de excitación hacerlo solo con él.
    
    No pasaron muchos días cuando recibo un mensaje de mi papi, queriendo pues coger, yo acepté y le dije que el pusiera el lugar, a lo que me dijo que en su casa, pues iba a estar solo en toda la tarde, casi siempre procuro que me cojan de noche, pero esta vez sería especial, me fui preparado con mi plug, ya no he comprado lubricante pues siempre trato de dejar bien babosa la verga de mis amantes y que la penetración sea lo más placentera posible; llegue a su casa y conversamos un poco, le sorprendió lo que hicimos la última vez, y dijo que nunca pensó que tuviera un hijo que le gustara la verga, pero que al mismo tiempo eso le gustaba, le daba cierto morbo, igual que a mi.
    
    Me recosté en su regazo y empezó a masajear mis glúteos, los apretaba, en eso comienza a bajarme el short, el también andaba en shorts, miró mi plug y jugueteo con él, lo sacaba y metía, me hacía gozar, cuando lo saco me lo metí a la boca para saborearlo, le dije que si me podía cochar por favor, con un tono afeminado, él me dijo: sí, pero antes tendrás que mamarme la verga; le dije pues tienes que sacarla de su envoltorio, me reí, en eso la saca y yo comienzo a hacerle una puñeta mientras sobo sus huevos, luego empiezo a chuparlos, a metérmelos a la boca, casi nunca lo hago pero ese día quería esmerarme para complacerlo. Le escupía, lo quería dejar bien ensalivado, en eso que me levanta y me da la vuelta para poner mis manos en el suelo y mis piernas en la cama, como si fuera una carretilla y en eso, no saben, que empieza a lamerme el culo, metía su lengua, me llenaba de éxtasis, nunca nadie lo había hecho antes, sin duda alguna ambos nos complementábamos, éramos padre e hijo unidos por el incesto, me daba pequeñas caricias en las nalgas, las sobaba, me encantaba, luego bajaba mi cadera hasta que la entrada de mi ano quedo a la altura de su miembro y en eso comenzó a penetrarme lentamente, el dejaba caer su saliva, me gustaba porque se sentía fría al contacto con mi piel.
    
    Luego me levanto pero en la misma posición, sentados seguíamos cogiendo, el me abrazaba por detrás mientras yo continuaba con los movimientos, me encantaba que me acariciaba todo el cuerpo, sus brazos me cubrían entero, me pellizcaba con sus dientes en los hombros, me estaba haciendo sentir una verdadera mujer, toda una zorra. Luego cambie de posición, en el borde de la cama le ofrecí mi agujero al hombre que hizo posible mi nacimiento, mientras él estaba parado, yo me recosté boca abajo con el culo levantado listo para seguir cogiendo.
    
    Después seguí chupando su verga, casi hago que se venga, pero se contuvo, luego sentados frente a frente ...
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