1. El primer contacto


    Fecha: 30/10/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Noraescafer, Fuente: CuentoRelatos

    ... arden. Cuando me quiero dar cuenta noto como se levanta mi camiseta, y como sus manos acompañan la prenda trazando un camino vertical sobre mi espalda que me eriza hasta el último vello de la piel. Me muerdo el labio.
    
    Ella sonríe - se te ha puesto la piel de gallina.
    
    Mierda. - Si... Es porque tengo un poco de frío.
    
    No puedo sentirme más idiota. ¿Frio? ¿En serio? Pero si tengo unos calores que ya no sé cómo disimularlos.
    
    Ella se pone en posición y comienza a masajear mis hombros, deteniéndose concienzudamente en los puntos clave. Me encanta. Deja de apretar, y poco a poco convierte el masaje en suaves caricias que recorren cada rincón de mi cuello.
    
    Se acerca. Puedo notar como su respiración se acelera cada vez más y noto su aliento cerca, muy cerca. Sus labios se posan en mi cuello y yo echo la cabeza hacia atrás para dejarle espacio. Sigue con el recorrido hasta pararse en mí oído.
    
    - No sabes el tiempo que llevo esperando esto.
    
    Nos fundimos en un beso muy largo, jugando y mordiéndonos los labios, bailando un vals lento con las lenguas. Fuerte, despacio...
    
    Con mi mano bajo por su vientre, buscando el botón del vaquero, el botón del placer. Está totalmente mojada. Me mira con picardía al ver que yo estoy tan empapada como ella y comienza a jugar rodeando con el dedo mi clítoris hinchado y palpitante, consiguiendo que grite de placer.
    
    Me mira, y sin quitar la mano se acerca otra vez a mi oído, tenemos las caras pegadas. Nuestras agitadas respiraciones se acompasan, y acompañadas de los gemidos logran crear la más perfecta sinfonía de pasión jamás compuesta.
    
    - Haz conmigo lo que quieras- sollozo.
    
    Se acerca mientras su lengua juega con mi lóbulo -No sabes lo loca que me vuelves cuando te muerdes el labio. Me entran ganas de hacerte de todo- dice. Me sujeta con dos dedos la barbilla para volver a besarme.
    
    No aguanto más y me abalanzo sobre ella. Con las piernas me hago un hueco, dejando espacio a mi mano para moverme con soltura. Puedo notar la humedad de su sexo en mi piel, su jugo. Yo me pierdo mientras ella grita que quiere que me corra. Estoy a punto. Estamos a punto, y dos fuertes gemidos resuenan por toda la habitación dando la nota final del concierto.
    
    Abrazadas tratamos de coger aire de nuevo, ella empieza a dormirse mientras le acaricio el pelo. Ojalá pudiera detener el tiempo ahora mismo. Pero pesan los párpados, no quiero dormirme, no quie... 
«12»